Helenio Herrera, un 'Mago' en el banquillo blaugrana

H.H. ha sido uno de los técnicos más famosos que ha dado el fútbol. Y el Barça lo gozó. Siempre será ídolo

En la nómina de entrenadores que se han sentado en el banquillo del FC Barcelona se encuentran nombres míticos como el de Helenio Herrera. Para algunos, la gran mayoría, el primer técnico mediático, el que acaparó más protagonismo que los propios jugadores. Un 'Mago'. Para otros, simplemente un charlatán, uno de tantos 'vendedores de humo' que ha dado la factoría del fútbol. En cualquier caso, un tipo que no dejó indiferente a nadie por su particular forma de entender este mundo. Un tipo irrepetible e inolvidable.

Aterrizó en el Barça cuando la temporada 1957-58 estaba bajando el telón. Ocupó el lugar de Domènec Balmanya. No hacía ni un año que el Camp Nou se había levantado cuando el entrenador argentino entraba en la historia de la entidad.

Entró con fuerza, pues el primero de mayo de 1958 el Barça, ganando a la selección de Londres en el Camp Nou (6-0), se proclamó campeón de la primera edición de la Copa de Ferias. Su debut, sin embargo, se había producido en Pamplona, donde el Barça cayó por 2-1 en duelo de Liga.

PRIMERA ETAPA

Dos temporadas estuvo el 'Mago' al frente del equipo, dos temporadas en las que el Barça, además de la anteriormente mencionada Copa de Ferias, ganó dos Ligas, una Copa y una nueva Copa de Ferias. Durante esta etapa el Barça fue un equipo intratable, conocido por su potencial sobre el terreno de juego y por su particular inquilino en el banquillo.

Aunque Herrera había pasado por el Valladolid, Atlético de Madrid, Málaga, Deportivo y Sevilla, fue en el Barça donde 'explotó'. Frases como "ganaremos sin bajar del autocar" o "con diez se juega mejor que con once" engrandecieron su leyenda. Tenía incontinencia verbal, pero tenía el don de saber motivar a sus discípulos para que, cuando saltaran al campo, dieran el doscientos por ciento en lugar del ciento por ciento. Cuentan ex jugadores que en ocasiones les ofrecía pastillas (que eran simples analgésicos) para incentivarles. "Salíamos como motos", recuerdan.

Como no podía ser de otra forma, su adiós, en 1960, estuvo rodeado de polémica. Después de la eliminación de la Copa de Europa a manos del Madrid a finales de abril de 1960 la directiva barcelonista le preguntó si tenía intención de seguir. Herrera dijo que no. Siempre mantuvo que su sinceridad sentó mal al presidente y que éste, tras una reunión con la junta, le echó sin esperar a que finalizara el curso. Por otro lado, protagonizó un curioso capítulo en Les Rambles tras el KO europeo. Fue paseado a hombros y ello molestó, especialmente a una afición que, entonces, estaba más acostumbrada a ganar que nunca.

H.H. volvería al Camp Nou en 1980, para relevar a Joaquim Rifé y clasificar al equipo para las competiciones europeas y en 1981, para ocupar la vacante dejada por Ladislao Kubala. En esa temporada llevó al equipo a ganar la Copa del Rey ante el Sporting de Gijón (3-1).

Siempre que el Barça le necesitó, ahí estuvo. Su corazón dejó de latir en Venecia, el domingo 9 de noviembre de 1997.

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