De 'Guardioleta' a eterno emigrante: ¿Por qué no triunfó Arteta en el Barça?

“Mi único sueño era jugar en el Barça”. Como futbolista Mikel Arteta, el entrenador de moda en la Premier, se quedó sin cumplir dos de sus grandes objetivos. El primero, debutar en un partido oficial con el primer equipo del Barça. El segundo, hacerlo con la selección. Y pese a todo, cuando recuerda su carrera como futbolista, lo hace orgulloso del camino recorrido.

Arteta (San Sebastián, 1982) fue un adelantado a su tiempo. En un momento donde el fútbol español aún no se definía por sus centrocampistas, acabó exportando la clásica figura del '4' del Barça al extranjero. De pequeño coincidía en la playa de La Concha con Xabi Alonso pero apuntaba al Athletic porque jugaba en el Antiguoko, un club muy conectado a los bilbaínos. Su vida cambió cuando Joan Martínez Vilaseca se fijó en él y se marchó al Barça con 16 años.

Arteta, lanzado hacia la historia

Arteta se incorporó a La Masia y pronto se ganó el sobrenombre de 'Guardioleta' por su parecido con Pep. El apodo le acompañó desde su etapa en el cadete y el juvenil A, donde se apropió del dorsal '4' aplicando la máxima de Cruyff. "Si juegas a tres toques, eres el peor jugador del mundo. Si juegas a dos toques, eres lento y si juegas a un toque, puedes aspirar a jugar en Primera".

Mikel jugaba a un toque y, como los mejores centrocampistas, tenía la virtud de la lucidez. Cuando el balón pasaba por sus pies se aclaraba el juego. Además compartía con Guardiola la elegancia: no era ni muy fuerte ni muy rápido pero podía tener una influencia abrumadora en los partidos. En esa época no había dudas: su futuro era el primer equipo. El Barça se aseguraba la continuidad del modelo.

Pero tras dos temporadas y 46 partidos en el filial, donde debutó con 16 años, una llamada de Luis Fernández, el entonces entrenador del PSG, cambió su carrera. Arteta nunca llegaría a jugar un partido oficial con el Barça, aunque sí disputó algunos amistosos.

El primero, con Van Gaal en el banquillo, el 6 de agosto de 1999 ante el Hertha Berlín. Y los otros tres con Serra Ferrer en la pretemporada del año 2000: ante el WHC (0-14), AFC Quick 1890 (0-10, marcó uno de los goles) y NEC Nijmegen (2-5).

Ninguno de los dos le dio la alternativa en un equipo que ya apuntaba la transición del Barça de Guardiola al Barça de Xavi. La presencia de futbolistas como Gerard o Iniesta también contribuyó a que el club no apostara por Arteta. Una situación que obligaría al futbolista a comenzar una trayectoria atípica para la época.

Una travesía en el extranjero que empieza en el PSG de Luis Fernández, donde llega cedido y termina coincidiendo con Ronaldinho. A su experiencia en París le siguieron Glasgow Rangers, Real Sociedad (donde sustituye a Xabi Alonso), Everton y Arsenal, donde empieza un vínculo con los 'gunners' que todavía dura.

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Arteta se hizo un nombre en la Premier y ahora lidera la competición desde el banquillo del Arsenal. Antes acompañó en el City a Guardiola, con quien comparte el libreto de La Masia. "Mirando atrás, tengo que decir que mis días en La Masia fueron los momentos más importantes de mi carrera. Por el proceso de aprendizaje y por la experiencia personal que tuvo. Fue increíble", recordó a la revista del Arsenal en 2016.