Así ganó Minguella diez millones de euros con Malcom

El FC Barcelona fichó el 24 de julio de 2018 a Malcom por 41 millones de euros más un millón más en variables. El importe de la transacción estaba dentro de la lógica de mercado, porque, en aquella época, el entonces delantero del Girondins Burdeos tenía un valor de mercado de 45 ‘kilos’.

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La operación fue muy celebrada en su día, porque el Barça logró romper el acuerdo entre el club francés y la Roma, de 32 millones de euros más cuatro en variables. Malcom, formado en las categorías de base del Corinthians, aterrizaba en el Camp Nou como plan ‘B’ a otro brasileño, Willian, entonces por 21 años, que era el preferido de Ernesto Valverde pero que el club blaugrana no consiguió alcanzar un acuerdo con el Chelsea.

Lo que llama la atención del fichaje de Malcom son los sobrecostes que implicó y algunas de sus consecuencias financieras posteriores se han arrastrado hasta hace muy pocas fechas. Cuando se abrió el mercado en julio de 2018, el Barça llevaba muchos meses negociando por el extremo. Incluso, sus agentes, los brasileños Fernando Garcia y Guilherme Miranda, de Elenko Sports (una agencia radicada en Sao Paulo) habían estado dos veces en la Ciudad Condal negociando con la secretaría técnica blaugrana.

De hecho, se había hablado de cerrar la operación en aquella ventana del verano de 2018 y dejar un año más cedido a Malcom en el Girondins, para que fuera cogiendo más cuerpo. Entonces, el extremo contaba con 21 años.

El contrato completo de Malcom, en exclusiva en SPORT

El contrato completo de Malcom, en exclusiva en SPORT

Cuando se entró en la fase definitiva de la operación, entró en acción Josep Maria Minguella, que hasta entonces no había participado en ningún tipo de contacto entre el Barça y el entorno del jugador. El 5 de julio de 2018 (o sea, 19 días antes de que se concretara el fichaje), el FC Barcelona firmó un mandato con la empresa del agente para que realizara los servicios de intermediación. Su validez se extendía hasta el 31 de agosto cuando se cerraba la ventana de contratación.

SPORT ha tenido acceso en exclusiva a este contrato entre el club y Minguella, por el cual el agente, al final, se aseguró unos ingresos de 10 millones de euros netos, porque el valor del IVA y de los impuestos indirectos iban a cargo del club como queda explicitado en el acuerdo entre ambas partes.

En el apartado sexto de dicho instrumento, se detalla cómo se afrontará la remuneración de los servicios de intermediación y su correspondiente pago. En una de las cláusulas, por ejemplo, se indica que la empresa de Minguella ingresaría 1.500.000 de euros si el Girondins desestimara una oferta por el jugador, lo que acabó ocurriendo con la que tenía de la Roma.

En otra, se estipula que el intermediario ingresaría otros 1.500.000 euros por cada año de contrato del futbolista superior a las cuatro para favorecer su amortización. Malcom se comprometió por cinco campañas.

Según varias fuentes consultadas por SPORT, los 10 ‘kilos’ pagados por el Barça a la empresa de Minguella estarían fuera del valor de mercado, porque representarían el 25% del valor del fichaje que ascendió a 41 millones de euros. En este case tipo de operaciones, el porcentaje medio abonado a los intermediarios que puedan participar no supera el 5%... lo que, en el caso de Malcom, aplicando este tope máximo del 5% tendría que ascender, como máximo, a 2 millones de euros.

El delantero brasileño tuvo vida corta en el Camp Nou. Solo estuvo un año en el equipo que dirigía Ernesto Valverde. El 2 de agosto de 2019, el Barça anunciaba el traspaso de Malcom al Zenit de San Petersburgo, por “40 millones de euros más cinco millones en variables” y se reservaba una plusvalía en caso de una futura venta.

Que Malcom estuviera un año vestido de blaugrana no afectó en nada a los ingresos de la empresa de Minguella, ya que el acuerdo que alcanzó con el Barça para intermediar en su fichaje, independientemente de los años que acabara estando en el club blaugrana.

Que Minguella participara a última hora de esta operación generó en su día mucho debate interno en el Barcelona. No fue ni la secretaría técnica (que se había movido con discreción durante meses), ni la junta directiva que encabezaba Josep Maria Bartomeu quién patrocinó la aparición en escena del agente catalán.