El 'fair play' financiero complica la salida de Dembélé

La necesidad de dar salidas antes de acometer la operación imposibilita el fichaje para el PSG y el resto de pretendientes en este mercado

Ni siquiera la carta de libertad haría posible la salida del delantero francés sin intercambio de jugadores

Ousmane Dembélé

Ousmane Dembélé / Google

Albert Masnou

Albert Masnou

A pocas horas del cierre de mercado de invierno, todo hace indicar que Ousmane Dembelé, salvo giro inesperado, continuará en el FC Barcelona como mínimo hasta el próximo 30 de junio.

A pesar del interés concreto de tres grandes clubes como informó SPORT, las dificultades propias de afrontar la contratación de un jugador del primer nivel en el mes de enero apuntan a una operación imposible en el día de hoy.

El gran interés suscitado entre importantes clubes europeos por llevarse al francés libre en junio se anticipó unos meses tras los movimientos de su agente y Chelsea, United y PSG actuaron para poder anticiparse ahora a sus competidores. Pero los limites financieros para inscribir jugadores han supuesto un obstáculo de solución casi imposible por los interesados.

El PSG es el club que más lejos ha llevado el interés, llegando a entablar conversaciones con el FC Barcelona. Ambas entidades mantienen visiones diferentes y muy alejadas sobre la posible operación: desde el Camp Nou se parte de un precio de 20 millones de euros, mientras que desde París solo se pone sobre la mesa un intercambio, y son las limitaciones del 'fair play' financiero las que hacen que la única vía posible para una salida sea involucrando jugadores, incluso si el club blaugrana rebajara sus demandas o llegara a ofrecer la carta de libertad.

El París, así como sucedía con los clubes de la Premier, necesita de forma imperativa dar salida a futbolistas de su plantilla para poder incorporar ahora a un jugador del nivel del francés, una situación similar a la que se vive en Barcelona. Sin embargo, ningún nombre sugerido ha puesto por el momento de acuerdo a las partes, principalmente porque el Barcelona tampoco puede añadir efectivos a su masa salarial y ha priorizado la llegada de Aubameyang a otras opciones.

Un bloqueo propio del mercado de invierno que ha afectado, como es habitual, a varios frentes y que apunta a la continuidad de Ousmane en Barcelona, con sus pretendientes poniendo la vista en el 1 de julio.