La contracrónica

La contracrónica

Eric y Riqui vuelven a la 'rueda'

El central recuperó sensaciones que le vienen muy bien y el centrocampista se estrenó en un once titular con Xavi

El técnico egarense necesita que todos se sientan importantes y más en el caso de dos futbolistas con ADN Barça que no pueden quedar ‘descolgados’

Riqui puso la guinda a la goleada del Barça a la Juventus

Riqui puso la guinda a la goleada del Barça a la Juventus / FC Barcelona

German Bona

German Bona

Uno, Eric Garcia, había desaparecido de las alineaciones titulares; el otro, Riqui Puig, no había sido todavía titular con Xavi. Y eso que, a priori, tenían que ser, por sus características de juego y por tener el ADN Barça muy asimilado, importantes para el técnico egarense. Es cierto que el de ayer en Arabia Saudí es un amistoso y no un partido con carácter oficial, pero sirvió para recuperar sensaciones y volver a entrar en la ‘rueda’.

No fue la mejor actuación ni de uno ni de otro, el equipo, en líneas generales, tampoco ayudó en exceso. Pero Eric Garcia apareció en el once después de tres partidos consecutivos sin ni siquiera minutos y Riqui Puig experimentó su primera titularidad con Xavi de entrenador después de solo 83 minutos de juego en sus seis partidos.

Aspectos en común

Xavi a buen seguro que contará con ellos por poco que le den lo que pide, hablan su mismo idioma futbolístico, pero también les exige más porque sabe que pueden ofrecer más. En Arabia, el central mostró sus virtudes tras rehacerse de alguna imprecisión inicial. Salida de balón, colocación, inteligencia táctica ante un Boca Juniors que se toma muy en serio hasta los ‘bolos’. El de Martorell acertó 52 pases y falló seis en la hora de partido que jugó, antes de ser sustituido por Mika.

Riqui Puig, por su parte, fue uno de los cinco futbolistas que completó los 90 minutos, junto a Neto, Alves, Balde y Jutglà. Respondió al reto que pide Xavi Hernández a todos sus centrocampistas, y es que miren a puerta y se decidan a chutar. El de Matadepera lo probó en dos buenas ocasiones: una salió desviada y la otra, a las manos de Rossi. Pero no se escondió, nunca lo hace, y tuvo mucha participación con el balón. Acertó 83 pases y falló ocho, provocando alguna pérdida peligrosa y dificultades en la recuperación defensiva.

Los dos tienen que ir a más, está claro, pero lo importante es que están dispuestos y plenamente convencidos de que lograrán convencer a Xavi. En sus botas está.