¿Cuándo empezaron las discrepancias entre Xavi y Deco?

Su relación sigue siendo buena, pero surgieron diferencias profesionales en la planificación de la plantilla

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Xavi quiere a Zubimendi o a Kimmich

David Bernabeu habló del centro del campo del Barça en La Posesión / SPORT.es

Xavi Canals

Xavi Canals

Xavi Hernández ha dejado el Barça decepcionado con el presidente, Joan Laporta, y con la gran mayoría de la cúpula blaugrana. El técnico considera que estaba capacitado para elevar su proyecto a otro nivel y lamenta profundamente no haber tenido la confianza de los rectores del club. De hecho, con los únicos que sigue manteniendo una relación fluida es con el vicepresidente del área deportiva, Rafa Yuste, y con el director deportivo, Deco.

Eso no significa que con Deco no hayan surgido diferencias a la hora de planificar. Unas diferencias que, a la postre, acabaron provocando su destitución. Ricard Torquemada desveló en el programa 'El tercer temps', de la TDT de Catalunya Radio el momento en que saltaron las discrepancias.

Xavi valoró de manera muy positiva el trabajo realizado por Deco en el mercado de verano, con la incorporación de Ilkay Gündogan y sus esfuerzos para hacer realidad la llegada de Joao Cancelo. Pero en aquel mercado quedó pendiente reforzar con un futbolista de primer nivel la posición de mediocentro que dejaba huérfana la salida de Sergio Busquets.

Oriol Romeu, el futbolista que permitía la precaria economía blaugrana, no había dado el resultado esperado y Xavi insistió en el mercado de invierno en la necesidad de contratar un futbolista que elevara el nivel en esa posición. El futbolista que le ofreció Deco fue el senegalés del Almería Dion Lopy, un futbolista de 22 años con proyección que se ajustaba a la política de ajustarse el cinturón en la que está inmersa el club.

Xavi no acabó de entender que no hubiera una alternativa y decidió buscarla en la plantilla, adelantando la posición de Andreas Christensen con notable éxito. Pero la incorporación de un mediocentro quedaba pendiente. Y fue una de las prioridades que el de Terrassa señaló cuando empezaron a planificar el nuevo curso, una vez ratificado en la ya histórica noche del sushi.

El Barça camina hacia Nico Williams

El Barça camina hacia Nico Williams / Marta Fernández

En dicha planificación se habló de posibles traspasos si el club lograba situarse en la regla del 1:1. Y las dos piezas más cotizadas en estos momentos en la plantilla blaugrana son Ronald Araujo y Raphinha. Con el dinero ingresado, Xavi entendía que se tenía que hacer un esfuerzo para buscar un mediocentro de primer nivel, una posición clave en el juego de posición que quiere implantar Xavi. Y volvió a poner encima de la mesa los nombres de Martín Zubimendi y Josua Kimmich, los dos futbolistas que el de Terrassa considera diferenciales.

La prioridad para Xavi era Zubimendi, por su juventud y el equilibrio que da al equipo, ya que es un futbolista rápido de pensamiento y que a la vez controla las vigilancias y cubre a los centrales. Pero la opción de Kimmich, un futbolista con más talento ofensivo, también le satisfacía. Cual fue su sorpresa cuando Deco le ofreció al argentino Guido Rodríguez, una opción que Xavi valoraba, pero como complemento, no como principal.

Las discrepancias continuaron con la posición de extremo izquierda. Xavi no tiene queja de Raphinha, un futbolista vertical, con buena capacidad para lanzar desmarques, generoso en tareas defensivas y que se había adaptado muy bien a esa posición de cuarto centrocampista partiendo desde su banda mala, la derecha. Pero el ya exentrenador culé consideraba que se podía abordar el fichaje de un futbolista más desequilibrante y volvió a poner encima de la mesa el nombre de Nico Williams como prioritario.

Deco considera que la posición de delantero tiene que ser para futbolistas con gol y se decantaba por el colombiano del Liverpool Luis Díaz y la polivalencia del delantero del Leipzig, formado en la cantera del Barça, Dani Olmo. Xavi prefiere desequilibrio y velocidad en esa posición. Otro punto de choque.

Todo ello, unido a las discrepancias con la cúpula directiva sobre la continuidad de Robert Lewandowski y Joao Félix, dos futbolista que Xavi consideraba imprescindibles y que había situado en la lista de bajas, fue el caldo de cultivo de la rueda de prensa previa al partido en Almería que provocó el enfado de Laporta y su destitución.