El año del cambio

Mañana se cumple un año del triunfo de Joan Laporta en las elecciones a la presidencia del Barça

La nueva junta directiva ha trabajado duro para revertir la situación económica y construir un nuevo proyecto deportivo

Laporta: "A Dembélé siempre se le aplaude"

Laporta: "A Dembélé siempre se le aplaude" / FCB

Ferran Correas

Ferran Correas

Mañana lunes se cumple un año del triunfo de Joan Laporta en las elecciones del Barça. Quien fue el presidente de una de las mejores etapas de la historia del club (2003-2010), regresaba al palco tras imponerse en la votación a Víctor Font y Toni Freixa. Laporta consiguió que 30.184 socios le diesen su confianza, mientras Font logró 16.679 votos y Freixa, 4.769.

Tras el triunfo, tuvo que sudar para conseguir el aval de 124,6 millones de euros que le pedía LaLiga. Quien debía ser su vicepresidente económico, Jaume Giró, abandonó el grupo y Laporta tuvo que echar mano de su agenda para buscar respaldos. Fue apoyado por empresarios como Jaume Roures y José Elías, celebrando la consecución del aval, en una noche que pasará a la historia del club, cantando el himno del Barça en un despacho de la Avenida Diagonal. El 17 de marzo pudo tomar posesión del cargo en un acto solemne que tuvo lugar en el Camp Nou.

Laporta iniciaba una nueva etapa al frente del club con dos retos mayúsculos. Revertir la nefasta situación económica heredada de la anterior junta directiva y darle la vuelta a un proyecto deportivo que caminaba hacia el precipicio. Ambos retos, además, iban de la mano.

REVERTIR LA ECONOMÍA

Nada más tomar posesión del cargo, la junta directiva encargó una Due Diligence que fue presentada el 6 de octubre por uno de los fichajes estrella de Laporta, el CEO, Ferran Reverter. El dibujo fue dantesco. La deuda y los compromisos futuros eran de 1.500 millones de euros. La deuda había pasado de 159 millones de euros a 673. Las pérdidas del ejercicio 2019/20 eran de 97 millones de euros y las del 2020/21, de 481 millones. El equipo económico de la entidad se puso a trabajar y consiguió un crédito de Goldman Sachs de 595 millones de euros con el que pudo refinanciar la deuda después de recibir el permiso de la Asamblea de Compromisarios para buscarlo. En aquella Asamblea, celebrada el 20 de junio en el Camp Nou, se aprobaron también las pérdidas de 97 millones de la anterior junta directiva, correspondientes a la campaña 2019/20.

Una segunda Asamblea de Compromisarios ha celebrado Laporta en su primer año de mandato. Se hizo en dos días. Empezó el 17 de octubre y acabó el 23 y en ella se aprobaron unas pérdidas de 481 millones de euros de la pasada temporada y un presupuesto de 765 millones para la actual. En la misma Asamblea, Laporta, a petición de los compromisarios, convocó un referéndum para aprobar la financiación del Espai Barça. Fue histórico porque se hizo de forma telemática el 19 de diciembre. Los socios dieron luz verde a buscar un crédito de 1.500 millones de euros. Negociar con Goldman Sachs este crédito fue uno de los últimos servicios al club de Reverter. El CEO dimitió el pasado 8 de febrero mientras el club negociaba con Spotify un nuevo acuerdo de patrocinio para explotar la camiseta del primer equipo y otros activos, un acuerdo que debe presentarse pronto. Días antes de la dimisión de Reverter se presentaron también las conclusiones del esperado Forensic, encargado por el club para saber si alguna actuación de la anterior directiva podía ser delito. Después del informe, Laporta y su junta decidieron denunciar a la anterior junta de Josep Maria Bartomeu ante la Fiscalía.

NUEVO PROYECTO DEPORTIVO

La situación económica del club y el fair play financiero provocaron que a principios de agosto, el Barça comunicase una de las noticias más tristes para el barcelonismo. La directiva, que había apoyado la Superliga y no había aceptado el contrato entre LaLiga y CVC, debía comunicar el adiós de Leo Messi. El argentino y Laporta habían acordado un nuevo contrato, pero el Barça debía renunciar al mejor jugador de la historia porque no podía inscribirlo en LaLiga. Messi se despidió entre lágrimas y se fue al PSG.

Sin Messi, Laporta y la dirección deportiva que lidera Mateu Alemany, debían rehacer el proyecto. El presidente había podido celebrar la Copa del Rey un mes después de haber tomado posesión, pero había visto como el equipo de Ronald Koeman había perdido una Liga que había remontado. Perdió su confianza en el holandés, pero no encontró sustituto y decidió que continuase. Lo hizo Koeman perdiendo también a Griezmann y con las llegadas de Eric Garcia, Memphis, Luuk de Jong y Agüero, que tuvo que retirarse por culpa de un problema en el corazón.

No funcionó la apuesta y Koeman fue destituido el 27 de octubre tras perder en Vallecas. Tras una breve interinidad de Sergi Barjuan, el 6 de noviembre fue anunciado Xavi como nuevo entrenador. El de Terrassa es el encargado de liderar una nueva etapa. No pudo evitar la eliminación en la primera fase de la Champions y pidió refuerzos para conseguir un objetivo de mínimos, quedar entre los cuatro primeros. Han llegado este invierno Ferran Torres, Dani Alves, Adama y Aubameyang y el barcelonismo ha recuperado la ilusión, aspira a ganar la Europa League y sueña con la Liga.

Se recupera el equipo masculino y sigue arrasando el femenino. Laporta pudo celebrar en Göteborg la primera Champions de la historia de un equipo mágico que ganó el triplete y que coronó a su capitana, Alexia Putellas, el 29 de noviembre con la consecución del Balón de Oro. La actual junta directiva ha apostado por el deporte femenino y sigue recogiendo sus frutos porque el Barça, a pesar de haber cambiado de entrenador, sigue arrasando.