El día que Albert Soler se bajó del avión para apagar un fuego

El día de autos, el pasado lunes día 9, estalló la llamada ‘crisis FIFA’. Los jugadores del Barça convocados se negaron a viajar a la Gala ‘The Best’ y esa decisión provocó un auténtico tsunami institucional en la entidad azulgrana. Contrariar a la FIFA, con los precedentes que había, no era lo más idóneo. El club intentó amortiguar el golpe enviando la más alta y amplia representación posible a Zúrich (Josep Maria Bartomeu, Robert Fernández, Òscar Grau, Raúl Sanllehí...).

A punto de subir al avión privado fletado por la FIFA, un alto cargo de este organismo, afirman que el mismísimo presidente Gianni Infantino en persona, le exigió a Bartomeu que un jugador del Barça tenía que dirigirse a los asistentes a la Gala disculpándose por las ausencias. Esa petición obligó a que Albert Soler, responsable del fútbol profesional, se bajara del avión y se marchara urgentemente a la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí para convencer a Andrés Iniesta de que grabara el vídeo que después sirvió para apaciguar los ánimos de una FIFA molesta y dolida con el FC Barcelona.

Albert Soler logró apagar un fuego que hoy, dos semanas después, podría parecer que no era gran cosa, pero en aquel momento era la acción más importante en el club.