FC BARCELONA

La 'deuda' pendiente del Barça con Míchel

El técnico 'desarboló' al cuadro azulgrana tanto en casa como en Montjuïc y desactivó la mayoría de puntos fuertes del cuadro azulgrana

Míchel, durante el Barça-Girona en Montjuïc

Míchel, durante el Barça-Girona en Montjuïc / EFE

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

El FC Barcelona-Girona es uno de aquellos partidos 'malditos' para el aficionado culé de la temporada pasada. Fue un curso repleto de sinsabores, pero si quizás hubiera que escenificar la frustración en un partido, más allá de ese Barça-PSG de vuelta de cuartos de Champions, sería ese duelo entre el por aquel entonces equipo dirigido por Xavi Hernández y el de Míchel.

Más allá de lo abultado y doloroso del resultado (2-4), la sensación en la grada de Montjuïc era que el cuadro gerundense había conquistado la Muntanya Màgica con merecimiento. Con un fútbol vertical, alegre y ante el que el Barça se mostró imponente durante buena parte del choque. Un 'zafarrancho' por momentos con Miguel Gutiérrez haciendo muchísimo daño con una autopista por dentro que Xavi y sus pupilos no supieron contrarrestar.

UN VENDAVAL

Savinho, Dobvyk, Iván Martín, Aleix, el propio Miguel. Un vendaval al que se encargó de poner la 'guinda' Valery nada más entrar al terreno de juego con un 1-3 que creó un silencio sepulcral en el Estadi solo roto por una hinchada 'gironina' encantada, flotando en la grada.

Míchel, sonriente durante una sesión de entrenamiento del equipo

Míchel, sonriente durante una sesión de entrenamiento del equipo / @gironaFC

Míchel se anotó ese tanto y se llevó multitud de elogios. Su Girona demostraba que el brutal arranque de curso no era un espejismo, era más que real. Ya en la segunda vuelta, en Montilivi volvió a administrar el mismo jarabe al Barça. Idéntico resultado (4-2), aunque esta vez con un Barça que logró ponerse 1-2 arriba y vio cómo el Girona reaccionaba a lo grande con tres tantos en nueve minutos.

Flick con Casadó en el Gamper

Flick con Casadó en el Gamper / EFE

El Barça viaja a Girona este domingo con cuentas pendientes. Con una 'deuda' con su afición que deben saldar en un estadio de Montilivi que será una caldera otra vez. Esta vez, eso sí, los chicos de Flick llegan con unas sensaciones bastante mejores. Bonita batalla.

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