Historia SPORT

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La metamorfosis de Ousmane Dembélé

Del hermetismo más absoluto de sus primeros cinco años a emitir un discurso estructurado, coherente y repleto de ambición

El de Vernon, mucho más tranquilo dentro y fuera del césped tras dilucidar su futuro, es un activo brutal para los esquemas de Xavi

Dembélé está de dulce: El golazo con el que abrió la lata ante la Juve

Dembélé está de dulce: El golazo con el que abrió la lata ante la Juve / FCB

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

A lo largo de sus primeras cinco temporadas como futbolista del FC Barcelona apenas habíamos escuchado a Ousmane Dembélé. De hecho, medio bromeando medio hablando en serio, nos preguntábamos cómo debía ser su voz. Envuelto en polémicas y en situaciones extradeportivas desde prácticamente el primer día, el club decidió no exponerlo públicamente. No hemos visto jamás en los últimos años al de Vernon frente a un micrófono. Mucho menos, obviamente, en un pasado curso en el que estaba pendiente de renovar el contrato y la historia se fue tornando cada vez más rocambolesca.

Ousmane decidió canalizar todas sus emociones sobre el verde. Aunque suene extraño, porque él siempre ha transmitido más bien poco. Despreocupación, sobre todo. Pero el lenguaje gestual, por lo menos, sí ha variado desde el aterrizaje de Xavi. Lo hemos visto correr y defender más estos últimos meses con el de Terrassa en el banquillo que en sus cuatro años anteriores. Lo que no lograron ni Valverde, ni Setién, ni Koeman, sí lo ha hecho el egarense.

Porque si esto sale bien. Si Dembélé, como parece, mantiene esta progresión y este espíritu competitivo, una parte elevadísima de la culpa la tendrá el señor Xavi Hernández. Él insistió hasta la saciedad al club para que tuviera paciencia. Para que no tirara la toalla. Para que no diera 100% por perdida la causa. También Alemany y compañía han puesto bastante de su parte, obvio, en esta negociación un tanto surrealista que se ha mantenido en este último medio año. Llegó a estar apartado unos días y parecía que la presión haría mella en Xavi, pero se mantuvo firme. Se la jugó.

UN DISCURSO SORPRENDENTE

Todo es es ahora mismo agua pasada. Tanto han cambiado las cosas que hemos oído más la voz del futbolista en los últimos 10 días que en los cuatro años y medio anteriores. Tanto en su presentación como en el postpartido frente a la Juventus, el jugador se puso ante el micrófono. Con un halo de timidez, pero también con un discurso bastante claro. Quiere darlo todo, conseguir cosas importantes. En un español más que correcto (a pesar de esos cinco años pocos daban más de un duro por que se hubiera molestado en aprenderlo bien).

Y, lo que es más importante. Siendo Dembélé sobre el terreno de juego. Descarado, imprevisible, genial. Con ese punto de anarquía que le chifla al aficionado culé. Dos goles de bella factura ante la 'Vecchia Signora' y, sobre todo, la sensación de que está enchufado, de que se cree poderoso (lejos del Ousmane que parecía que podía caer lesionado en cada acción) y de que será un enorme activo para Xavi.