Dembélé, una asistencia de gol y poca cosa más

Toni Frieros

Toni Frieros

Después del magnífico partido que había protagonizado ante el Villarreal, con un soberbio gol de vaselina, todo el barcelonismo pensó que el francés, por fin, había alcanzado la regularidad en su rendimiento que se le exigía a un futbolista de su nivel.

Sin embargo, volviendo a ser titular en el Ciutat de Valencia, Ousmane regresó a ese territorio yermo, de ni 'chicha' ni 'limoná'. Sus inicios ante el Levante, no obstante, fueron prometedores porque el primer disparo del partido salió de su pierna izquierda, pero flojo y sin colocación. En pleno desastre colectivo azulgrana, Dembélé volvió a poner a prueba al portero granota, pero esta vez su disparo rebotó en un defensa local y se marchó a saque de esquina.

Lo peor del número once azulgrana, como viene siendo costumbre en él, es la toma de decisiones. Cuando tiene que asociarse para hacer una pared o realizar un pase al compañero suele hacerlo erróneamente. Y a eso tenemos que añadir sus prolongadas desconexiones porque son muchos los minutos que pasan entre un balón y otro.

Lo más brillante de su actuación, si es que así podemos decirlo, es que gracias a un centro suyo llegó el segundo gol del FC Barcelona. Su balón rebotó en un defensa local y ese esférico lo aprovechó Coutinho para marcar al Levante.

A los sesenta minutos Valverde decidió sustituir a Dembélé por Paco Alcácer para intentar cambiar el rumbo de un partido que pasará a la historia reciente del FC Barcelona por su desenlace final.