Deco, el artífice, en un segundo plano

Sin dar la cara, camuflado en la parte superior de la grada con parte de su equipo. De traje, sin querer ningún protagonismo. Anderson Luis de Souza ‘Deco’ culminó su gran obra como agente de jugadores. El exjugador del FC Barcelona, pieza clave de la segunda Champions de la historia la temporada 2005/06, ha sido determinante para que Raphinha vista de azulgrana. 

Deco ‘cazó’ al extremo de Porto Alegre muchos años atrás. De hecho, lo acompañó en ese salto a Europa que el gaucho dio en 2016. Con apenas 19 años, fue contratado por el Vitoria de Guimaraes. Ni siquiera había debutado como profesional en Brasil y decidió, junto al aval de Deco, hacer un movimiento clave en su trayectoria. En Portugal se salió y el camino que ha seguido ya es historia. Sporting de Lisboa, Rennes, Leeds. Y Barça. Con 25 años ha movido 105 millones de euros de traspasos (luego vienen las comisiones pertinentes, claro). Pero el gran ‘petardazo’ ha sido aterrizar en la Ciudad Condal. No solo por ser el paso más cuantioso de todos, sino porque el futbolista entra ahora en una nueva dimensión. 

SOLO UNA OPCIÓN

Tanto para Deco como para Raphinha, solo existía una opción. A pesar de que Arsenal y Chelsea pujaron muy fuerte (con el club ‘gunner’ tenía incluso un acuerdo el Leeds), la insistencia de ambos fue determinante para paralizarlo todo y forzar que el club inglés se terminara entendiendo con el Barça. El excentrocampista azulgrana intermedió y ejerció de portavoz con las altas esferas del Leeds. Recientemente se reunió con Laporta, al que le une una relación muy especial, hace unas semanas. A pesar de que en algunos momentos de la negociación parecía que el conjunto británico perdería la paciencia, todo se encauzó y vio la luz. Como decíamos, Deco dejó ayer el protagonismo a su ‘protegido’ y a la numerosa familia que ocupaba buena parte de la grada del Tito Vilanova. Mientras, en la parte superior, el de Sao Paulo se lo miraba todo con satisfacción. Su gran obra había culminado. Charló con Mateu y Romeu y se fue sin hacer ruido.