Coutinho vuelve a la casilla de salida

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Todo empezó en el MIC, el torneo que reúne a los mejores talentos del fútbol base mundial en la Costa Brava en Semana Santa: fue allí donde Toni Lima, ojeador entonces del Inter de Milán, tomó nota del juego de un futbolista pequeñito, desordenado tácticamente pero talentoso como pocos. Se hacía llamar Philippinho y muy pocos conocían su apellido, Coutinho.

Tras participar en las ediciones de 2006 y 2007 (“era la primera vez que viajaba en avión”, revelaría después), Coutinho deslumbró en la de 2008, compartiendo equipo ya con Neymar.

Ambos tenían 16 años, pero el Inter de Milán decidió atender el consejo de Toni Lima: el club italiano  no esperó más y fichó a Coutinho por 3,8 millones de euros, aunque lo cedió a su club de origen, el Vasco de Gama, hasta que cumpliera la mayoría de edad.

Dicho y hecho: recién cumplidos los 18 años, en 2010, Coutinho emprendió su aventura europea como jugador del Inter de Milán. Debutó en un amistoso de verano en Estados Unidos a las órdenes de Rafa Benítez y su primer partido oficial en Europa no fue del todo bien: jugó once minutos –sustituyendo a Sneijder- en la Supercopa de Europa que el Inter perdió (0-2) ante el Atlético de Madrid en Mónaco.

Del meazza a la seleçao

Tuvo que esperar casi un mes para estrenarse con la camiseta del Inter en el Giuseppe Meazza, en una cómoda victoria por 4-0 ante el Bari en la que lució el dorsal 29.

Poco tiempo después, recibiría la primera llamada de Dunga para debutar en la selección absoluta de Brasil: debutó como titular en un amistoso ante Irán, solo cuatro días después de haber jugado su primer partido como titular en el Inter, en un empate a cero ante la Juventus, en Milán.

Su historia posterior con el Inter es conocida: en enero de 2012 se fue cedido al Espanyol, donde dejó destellos de calidad. 

un mal negocio para el inter

Su etapa en el Inter acabó en enero de 2013 (curiosamente, sus grandes traspasos siempre se han firmado en el mercado de invierno), con su traspaso al Liverpool a cambio de 13 millones de euros. A la postre, acabaría convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia del Barça, que pagó 120 millones de euros (más 40 en variables).

Es probable que los gestores del Inter se tirasen de los pelos, como ya hicieron en su momento con Pirlo, Simeone, Roberto Carlos, Bergkamp, Adriano o Ronaldo, jugadores que pasaron por el Inter, pero que acabarían mostrando su mejor versión con las camisetas de otros equipos.