Christensen y el más difícil todavía

La irrupción del danés fue una de las mejores noticias de la pasada temporada en el Barça

Su adaptación al equipo fue excelente y el objetivo en su segundo año es la consolidación

FC Barcelona - Betis | El gol de Christensen

El gol de cabeza de Christensen al Betis / LALIGA

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Pocos futbolistas más rentables desde el punto de vista económico, combinado, obviamente, con el aspecto deportivo, ha habido en la historia reciente del Barça. Lo de Andreas Christensen fue una de las mejores noticias de la pasada temporada en clave blaugrana. Xavi contó con un central que llegó tras acabar contrato en el Chelsea y que aportó solvencia, experiencia y talento defensivo al proyecto. Un acierto indiscutible.

El internacional danés se ganó la confianza del técnico desde el primer día y solo un par de inoportunas lesiones le impidieron tener más continuidad. Pese a ello, disputó un total de 32 partidos y acumuló 2.334 minutos, unas cifras más que notables para ser su primer año. Además, un dato demuestra su talento innato para jugar en un equipo como el blaugrana: solo vio tres amarillas, un hecho a tener en cuenta por el fútbol que practica el Barça.

Lo cierto es que, sin duda, Andreas encajó como un guante en el sistema impuesto por Xavi gracias a su capacidad para entender el juego desde el punto de vista táctico, pero también a sus virtudes como central: anticipación, buena colocación, salida de balón...

Competencia asegurada

La mala noticia, si es que puede llamarse así, es que todo eso es ya pasado y en el Barça no está permitida la relajación, por lo que Christensen tiene, sin duda, un reto mayúsculo por delante: consolidar su ascendencia sobre el equipo. El pasado verano compitió con Èric Garcia por una plaza en el once titular y acabó haciéndose con ella en propiedad. En esta ocasión, la competencia crece tras la llegada de Iñigo Martínez a la plantilla.

Christensen, durante el Barça-Mallorca

Christensen, durante el Barça-Mallorca / EFE

El central vasco, un fichaje por el que Xavi Hernández ha trabajado mucho, aumenta la competitividad de la plantilla y, en ese sentido, tocará redoblar los esfuerzos para mantener su posición privilegiada. Juega a su favor que el ex del Athletic no está trabajando con normalidad esta pretemporada a causa de la fascitis plantar que arrastra de su etapa en Bilbao, aunque Iñigo espera unirse al grupo en poco tiempo y al cien por cien.

Con Araujo como pieza insustituible en el eje de la zaga, la pareja del uruguayo deberá salir de la dupla que ahora forman estos dos centrales zurdos, posición que ocupa Christensen pese a ser diestro. Es el más difícil todavía para el danés, que ha arrancado la pretemporada con la máxima ilusión y manteniendo la fe absoluta en su fútbol para seguir siendo importante para Xavi Hernández.