Christensen, año 3: El multiusos de Hansi Flick

Andreas Christensen y Franck Kessie llegaron de la mano de Xavi Hernández a coste cero. Terminaban contrato en el Chelsea y el Milan, respectivamente, y el Barça se movió bien para atarlos y que rehusaran las ofertas de renovación de sus respectivos clubes.

Ni Flick pudo 'frenar' a Koundé

La moneda en ambos casos salió cara. El marfileño te ofreció un buen año y luego fue vendido por 12 millones a Arabia Saudí; el danés, por su lado, ha cumplidos dos temporadas más que buenas dando rendimiento regular tanto en el central como en el pivote.

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APUNTA A SER IMPORTANTE PARA FLICK

Este lunes, junto a Robert Lewandowski, Andreas arranca su tercer curso de azulgrana. Discreto, alejado de los focos, poco amante de la prensa y los titulares, el nórdico ha estado en contacto (como el resto de la plantilla, vaya) con Hansi Flick estas semanas. El técnico germano valora mucho su versatilidad.

Y es que el 'invento' de Xavi Hernández de colocarlo de pivote (llevaba meses probándolo en entrenamientos y por fin lo ubicó allí por exigencias del guion) funcionó. No solo fue un parche, sino que dio consistencia al equipo, aportó trabajo, equilibrio. Un perfil más de contención y de 'guardaespaldas' para liberar a Gündogan, Pedri, De Jong y compañía.

POLIVALENCIA

En el club, como comentábamos, valoran que pueda adaptarse a esa demarcación (pese a que la idea sigue siendo fichar a un pivote contrastado y especialista) en la sala de máquinas y también se cuenta con él como uno de los centrales de referencia. Más aún con la lesión de Ronald Araujo, que no volverá a los terrenos de juego hasta entrado diciembre.

Hasta ahora, 74 partidos oficiales, cuatro goles y tres asistencias del escandinavo con la casaca barcelonista. A sus 28 años, en plena madurez, apunta a teórico titular haciendo pareja con Pau Cubarsí. Sin Araujo y con Iñigo todavía sin inscribir, su relevancia en la zaga sube enteros.

Christensen tendrá estos días un plan adaptado de los preparadores físicos para ir reincorporándose paulatinamente y entrando en la dinámica de un grupo que lleva ya 10 días trabajando duro.