Cancelo, un lateral contrastado y versátil para 'reformular' el Barça de Xavi

Xavi Hernández ya tiene al lateral diestro que pedía desde que empezó el mercado de fichajes de verano. Joao Cancelo llega al conjunto azulgrana para dar un salto de calidad muy importante a la plantilla y ‘liberar’ a Jules Koundé y Ronald Araujo. Aunque sus perfiles defensivos seguirán siendo importantes para el equipo culé, especialmente ante rivales con extremos de primera calidad mundial, el portugués aterriza al conjunto culé con la clara voluntad, por parte del cuerpo técnico, de que se adueñe del carril derecho de la retaguardia.

Cancelo, el lateral de 120 millones

A diferencia de otro tipo de fichajes, Cancelo (29 años) es uno de esos jugadores que no hace falta descubrir. Es un futbolista contrastado, con más de 300 partidos en la élite continental a sus espaldas. Esta es, seguramente, la principal cuestión que diferencia al luso de la gran mayoría de incorporaciones que el FC Barcelona ha realizado desde 2016 en busca del nuevo Dani Alves. Joao está lejos de ser un melón por abrir como los Semedo, Wagué, Sergiño Dest, Emerson Royal y compañía. Su rendimiento podrá ser mejor o peor, el tiempo dirá, pero el camino que ha recorrido hasta el Camp Nou es mucho más largo y ‘prestigioso’ que el de sus antecesores.

Versatilidad y juego interior

Otra de las virtudes que caracteriza a Cancelo es, sin ninguna duda, su capacidad para jugar en ambos costados de la defensa. Aunque antes de llegar al Manchester City solo había jugado en banda izquierda de forma ocasional y como parche, en 2021 Pep Guardiola ‘explotó’ su versión a pierna cambiada por necesidad (lesiones en el lateral zurdo), pero también para perfeccionar su refinado y admirado estilo con aún más juego interior. En los dos últimos años, tanto en el Etihad Stadium como en el Allianz Arena de Múnich, ha jugado más partidos en la izquierda que en la derecha, hecho que prueba que su productividad ha sido satisfactoria.

La confianza ciega de Xavi Hernández en Alejandro Balde permitirá al futbolista portugués, en principio, regresar a su demarcación natural.

Un ‘agitador’ en salida de balón

Más allá de que sus movimientos oxigenen el inicio de las jugadas de sus equipos, Cancelo es un lateral con clara vocación ofensiva, buena conducción del esférico y extraordinaria capacidad para los regates. La temporada pasada, con la camiseta del Bayern, promedió 2,3 quiebros por encuentro, una cifra considerablemente alta para un zaguero. En la Bundesliga, a pesar de la potente condición física de los jugadores alemanes, también registró buenos números en cuanto a duelos ganados (5,9 por compromiso).

Desde que debutó como futbolista profesional, Cancelo ha marcado un total de 18 goles y ha repartido 64 asistencias en 381 partidos. Ha defendido las camisetas del Benfica –su club de formación–, el Valencia, el Inter de Milán, la Juventus, el Manchester City y el Bayern Múnich. Entre todos sus traspasos ha ‘movido’ más de 120 millones de euros. Desde 2017, el FC Barcelona ha tanteado dos veces su fichaje. Como dicen, a la tercera va la vencida.

¿Modificación de sistema?

Tanto en el final de la temporada pasada como en los primeros partidos del curso que acaba de empezar, el FC Barcelona ha sufrido para atacar bloques bajos. El hecho de tener un lateral izquierdo tan largo como Balde y apostar por perfiles defensivos en el otro costado ha provocado cierta descompensación en los ataques culés. Es por ello, muy probablemente, que el retrato robot que pedía Xavi para el flanco derecho ha cambiado. El club azulgrana ha pasado de alternar a Araujo y Koundé y estar interesado en Azpilicueta o Foyth a fichar un efectivo mucho más ofensivo.

A partir de aquí, veremos si la incorporación de Cancelo provoca alguna modificación sustancial en el esquema barcelonista. Especialmente después de la salida de Ousmane Dembélé. De lo que no hay ninguna duda, de momento, es de que el luso aumenta ostensiblemente la calidad del 'roster' de Xavi. Extraordinario trabajo de una dirección deportiva culé con más carpetas por cerrar antes de que se cierre la ventana veraniega de fichajes.