De Calderé y Rojo a Lamine Yamal y Cubarsí

Las apariciones de Lamine y Cubarsí contrastan con los debuts tardíos de canteranos históricos del Barça que no se estrenaron con el primer equipo hasta los 24 años 

El conocimiento técnico de Xavi de los jugadores de la Masía permite debuts precoces que serían impensables en otras épocas de la historia del club

FC Barcelona - Cádiz | Las ocasiones de Lamine Yamal

Jaume Marcet

Jaume Marcet

La Masia siempre ha generado jugadores de gran nivel pero los tiempos cambian. La valentía actual de Xavi, contando con adolescentes como Lamine y Cubarsí, contrasta con lo que vivieron los canteranos de la Masía en la década de los 80. 

Aún no había llegado Johan Cruyff al banquillo del Barça y los constantes cambios de entrenador no ayudaban. Era muy difícil encontrar coincidencias futbolísticas entre el alemán Udo Lattek, el argentino César Menotti y el inglés Terry Venables.

Tres ‘místers’ que vivían con la urgencia del resultado y la amenaza de una destitución que en la época Núñez era ya la consecuencia lógica si no llegaban los éxitos. Eran, además, tres técnicos con filosofías futbolísticas muy diferentes.

Los canteranos que aspiraban a consolidarse en el primer equipo en aquel contexto no lo tenían fácil. El caso del ‘Lobo’ Carrasco, que había debutado con 19 años en el primer equipo, era un hecho aislado. Jugadores de gran talento como Salva, Calderé, Rojo o Clos tuvieron que armarse de mucha paciencia. 

Debuts tardíos

Salva García Puig debutó con 25 años, Ramon Calderé y Juan Carlos Pérez Rojo lo hicieron con 24 y Paco Clos, con 23. Cada caso era diferente. Las cesiones, las lesiones y los conflictos contractuales marcaron sus inicios en la élite. La liga de Terry Venables conquistada en la temporada 1984-85 supuso la consolidación del trío Calderé, Rojo y Clos. Todos ellos habían debutado con Menotti pero con Venables ganaron mucho peso en el equipo.

Calderé era el guardaespaldas de Schuster en el centro del campo. Rojo actuaba de mediapunta contactando con los delanteros Carrasco y Archibald mientras que Clos era la primera alternativa para el ataque. El Barça había encontrado una buena base de La Masia aunque muchos lamentaban la tardanza en la apuesta por estos talentos. De hecho Menotti preguntó, a su llegada al Barça, por aquel zurdo que había destacado en el Mundial Sub20 en 1979.

La respuesta era que Rojo estaba todavía esperando su oportunidad en el Barça B. Los clubes en esa época disponían del derecho de retención, lo que limitaba la posibilidad de los jugadores de buscarse la vida lejos de su club de formación. 

Debuts precoces

Han pasado cuatro décadas y La Masia ha crecido y se ha consolidado como la academia más prestigiosa del mundo. La decisión de Cruyff de unificar el estilo de juego en todas las categorías del club ha simplificado el proceso de llegar al primer equipo. Los jugadores formados en la Masía tienen la ventaja, al subir al primer equipo, de conocer al dedillo el modelo de juego que distingue al Barça.

Además, el trabajo psicológico es mucho más intenso y las nuevas generaciones asumen el reto de participar pronto con el primer equipo sin complejos. La presencia de Xavi en el banquillo es clave para entender los debuts precoces que estamos viendo.

Lamine Yamal, ante el Cádiz

Lamine Yamal, ante el Cádiz / Javi Ferrándiz

El de Terrassa se formó en la cantera y triunfó en el primer equipo con una generación única marcada con el sello de la Masía. Ahora, en su faceta de entrenador, Xavi comparte la urgencia de ganar que tenían los Menotti y Venables pero su ventaja es el conocimiento del club. Xavi conoce al detalle a todos los jugadores cadetes y juveniles. Los que más destacan son citados para las sesiones de entrenamiento y los que se ganan su confianza pueden dar un paso más e ir convocados con el primer equipo. Los Lamine y Cubarsí no han tenido que tener la paciencia de los Calderé y Rojo para debutar, pero para triunfar en el Barça necesitaran, como sus precursores, muchas dosis de esfuerzo, sacrificio y mentalidad competitiva. Los tiempos han cambiado, los debuts no se hacen esperar tanto, pero triunfar en el primer equipo del Barça continúa siendo una misión complicada. 

La visión de Calderé

Ramon Calderé, actual entrenador del Santa Coloma andorrano, explica a SPORT su visión sobre el contraste entre su época de jugador y la actual: “Lamine Yamal me parece un jugador con un talento innato fuera de serie para su edad. Levanta la cabeza antes de recibir, se perfila muy bien y sabe jugar a uno o dos toques. Además tiene una mente privilegiada, es psicológicamente muy fuerte".

"Aplaudo la valentía de Xavi por hacerle jugar. Hay que ir poco a poco pero tiene unas cualidades muy difíciles de encontrar en el fútbol mundial. En mi caso creo que yo no debuté hasta los 24 años porque me faltaba madurar mentalmente. Con 19 años hice la pretemporada junto con el lobo Carrasco con el primer equipo que dirigía Lucien Muller. Carrasco tenía unas cualidades mentales parecidas a las de Lamine y creo que también podría haber debutado con 16 años. Núñez insistió en que debutara y Carrasco fue clave en la Recopa de Basilea de 1979. En esa época pocos entrenadores se la jugaban. Weisweiler o Laureano Ruiz lo hubieran hecho. Las lesiones tampoco me ayudaron. Tengo que estar muy agradecido a Terry Venables, que fue quien confió en mí. Ahora estoy encantado de que Xavi apueste por la Masía, una vez ganada la liga anterior estoy seguro que dará confianza a los más jóvenes”.