Busquets no dio ni un pase mal en Wembley

Busquets cuajó un partido perfecto ante el Tottenham

Busquets cuajó un partido perfecto ante el Tottenham / AFP

Jordi Gil

Jordi Gil

El Barça recobró sus señas de identidad en Wembley. El aroma especial que desprende el templo del fútbol inglés impulsó al cuadro blaugrana para realizar el mejor partido de la temporada y, sobre todo, volver a ser un conjunto reconocible. El retoque en el dibujo de Valverde, sumando un centrocampista, permitió al Barça sentirse más cómodo con el balón y la precisión de sus futbolistas se incrementó. Sergio Busquets fue un gran ejemplo del partido perfecto culé.

El de Badía firmó un cien por cien de acierto en pases en el partido de Wembley. Busquets buscó a sus compañeros en 71 ocasiones y los 71 pases fueron con acierto, según recogió la UEFA en su análisis estadístico del duelo.

El mérito de Sergio fue que no se limitó únicamente a dar pases en corto. A una distancia próxima tocó el balón 18 voces, todas bien lógicamente, mientras que a media distancia, con mayor dificultad, repartió 39 balones con precisión. Los cuatro desplazamientos en largo también fueron bien dirigidos.

Socio Arthur

Busquets se pudo asociar y el equipo tuvo el control, recordando grandes épocas aún frescas en la memoria de los culés. La entrada de Arthur fue fundamental. Sergio siempre tuvo en Xavi a su mejor aliado en la conservación y construcción del juego. El Barça ha encontrado a un futbolista que tiene virtudes similares con el de Terrassa. Arthur Melo recibió 16 pases de Busquets, convirtiéndose en su socio número uno.

Tampoco fue casualidad quien fue el segundo futbolista que recibió más balones del de Badía. Messi, con 14 entregas, combinó de forma asidua con el segundo capitán y a Leo se le vio muy cómodo bajando a recibir para dar continuidad al fútbol barcelonista. Sergio sabe que tener a Messi activo dispara el nivel del equipo y lo buscó siempre que pudo sobre el irregular césped de Wembley.

Busquets es el único jugador de la plantilla que no tiene un recambio específico. Su responsabilidad es máxima y debe ser el foco sobre el que se sustente la fiabilidad barcelonista.