El Barça, víctima de su propia fragilidad defensiva

El FC Barcelona falló en Mallorca precisamente en el aspecto que más y mejor había reforzado Xavi Hernández desde su llegada: la fiabilidad defensiva. El conjunto azulgrana se mostró muy poco consistente atrás, dejando demasiadas oportunidades a un conjunto bermellón que no tuvo que hacer prácticamente nada para irse por delante al descanso.

El 1x1 del Barça - Mallorca al descanso

En el primer tanto, error grosero de Ter Stegen, que no suele fallar, en salida de balón y Muriqi que no tuvo piedad. Luego el Barça se recuperó, cogió el ritmo del partido y se fue directo a por la meta de Rajkovic. Logró empatar, sin embargo, otro error atrás iba a ser fatal.

Esta vez, falló toda la estructura defensiva, incluídos Araujo e Íñigo Martínez. Sabían los azulgranas que el Mallorca explotaba y de qué manera las 'peinadas' de Muriqi, pero de nada sirvió. El kosovar se levantó más que nadie tras un balón en largo de Rajkovic y Abdón Prats cazó el esférico tras la prolongación de Muriqi para volver a poner a los bermellones por delante. Demasiado fácil y, encima, en el peor momento.

El Barça había logrado meterse en el partido y, de hecho, empatarlo con el golazo de Raphinha. El brasileño, además, había tenido el 1-2 antes del tanto de Abdón Prats con un uno contra uno que tiró al limbo. Luego, llegó el desastre. Íñigo Martínez, titular por vez primera, no anduvo precisamente fino.

Al Barça le tocaba remontar en la segunda parte y se fue decididamente a por la épica. Xavi Hernández movió el banquillo y fruto de ello volvió a empatar el partido con el primer tanto oficial de Fermín López. Pero ahí se quedó la remontada. El equipo azulgrana murió en la orilla.