El Espanyol debió ser más castigado

El Barça, víctima de la permisividad de Clos Gómez

El conjunto azulgrana tuvo muchos problemas en Cornellà-El Prat durante la primera hora de juego debido a la alarmante permisividad del colegiado ante la dureza empleada por los jugadores del Espanyol

Alfonso Callejas

Partido complicado para Clos Gómez en Cornellà-El Prat. El colegiado aragonés decepcionó a locales y visitantes debido a varias de sus decisiones puntuales. Sin embargo, un hecho resultó innegociable: el Barça salió muy perjudicado durante buena fase del encuentro víctima de la permisividad del árbitro ante el juego duro del Espanyol.

El Barça tuvo que esperar hasta el minuto 25 para ver como un futbolista 'perico' era amonestado a pesar del desproporcionado acoso inicial. Fue Stuani tras una lamentable acción en la que encadenó hasta tres faltas, incluido un terrible pisotón sobre Jordi Alba.

Colotto, que ya había 'rascado' de lo lindo durante la primera media hora, fue el siguiente amonestado tras propinar una patada en la espinilla a Neymar después que el brasileño fintase ante su marcaje en el extremo izquierdo. El central argentino acabaría sobre el césped incomprensiblemente, ya que cometió hasta dos faltas clamorosas que debieron costarle la segunda amarilla en la segunda mitad.

Para colmo de males para el Barça, Busquets recibió una tarjeta al borde del descanso tras cortar una contra. La amonestación era totalmente merecida pero no hacía justicia a tenor de la permisividad mostrada por Clos Gómez ante el duro juego de los pupilos de Aguirre. Un claro córner no señalado a Alves y un posible penalti sobre Pedro tras la reanudación acabaron de colmar la paciencia 'culé'.

Por su parte Javi López, otro de los más agresivos durante el encuentro con sus reiteradas infracciones sobre Neymar, no fue amonestado hasta que cometió el claro penalti con la mano que decidió el encuentro. 

El Espanyol, que cometió el triple de faltas que el Barça al finalizar el encuentro -24 por solo ocho de los azulgrana-, se indignó con el penalti y clamó de forma sorpresiva ante la lógica expulsión de Kiko Casilla por manos fuera del área. Los 'pericos', que ya habían reclamado un posible penalti de Mascherano -ninguna toma aclara su posición al borde del lateral del área- en la primera mitad por un claro manotazo sobre Javi López, defendieron que el colegiado también fue injusto con ellos.

Como la suerte ya estaba echada tras la 'roja' a Casilla, los locales no perdieron el tiempo y dejaron algún último recadito para los pupilos de Martino, como un criminal planchazo a la altura del tobillo de Víctor Sánchez sobre Cesc.