El Barça no supera sus demonios de la Champions

El paso del tiempo es implacable para todo el mundo. Especialmente con los héroes, los últimos en reconocer su decadencia. El tropiezo ante el Inter fue una radiografía cruel del paso del tiempo para futbolistas como Piqué y Busquets, que salieron en la foto de los goles como ya ocurrió en otras noches desgraciadas en la Champions. También un baño de realismo del presente del Barça de Xavi, un equipo que todavía no come en la mesa de los grandes. 

El partido ante el Inter volvió a subrayar una verdad incómoda: el Barça arrastra una maleta de dolor en Europa. Un equipaje de derrotas que lo han convertido en un equipo sin resistencia a la adversidad. A cada golpe al mentón se tambalea. Ayer no cayó del todo. Logró empatar el partido (3-3), pero la sensación de vacío fue tan dolorosa como en las peores noches. El Barça ya no depende de sí mismo para estar en la siguiente fase. Necesita ganar al Bayern y al Plzen y esperar que el Inter pinche en ambos encuentros (bastarían dos empates). 

El dato es demoledor: desde que llegó Xavi al banquillo, el Barça suma una victoria en seis partidos en la Champions. “Mañana preferiría ser jugador que entrenador”, había dicho un día antes. Y así vivió el partido: con los excesos del cuerpo de un futbolista. Lanzando los puños en cada gol, desencajado y maldiciendo todos los errores. “La Champions está siendo cruel con nosotros”, dijo tras los noventa minutos.

El técnico afrontó el partido con valentía pero el equipo dio la sensación de ir permanentemente a remolque. El conjunto azulgrana dio la impresión de no estar suficientemente maduro para la exigencia de la Champions. Menos aún sin algunos de sus grandes activos para competir como Koundé o Araujo. 

El Barça atacó bien por momentos y defendió mal la mayoría del partido. El balón era suyo pero dominaba el partido el Inter con todo el peso del Calcio. Con personalidad granítica, pequeñas mezquindades y una determinación feroz. El Barça estará dos semanas sin Champions y le espera el Bernabéu este domingo en LaLiga. El Barça pensó que había vuelto, pero sigue encerrado en sus miedos.