¿Tiene el Barça un problema con la preparación física?

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Xavi Torres

Xavi Torres

Los futbolistas y los seguidores del fútbol de más edad recordarán las viejas pretemporadas en que los entrenadores preparaban tres sesiones al día. La primera, la de las ocho de la mañana, era exclusivamente física. “Correr y correr para ponerse fuerte para toda la temporada”, decían.

Hoy se sabe que aquello no era cierto y que las pilas de los futbolistas se descargaban mucho antes. La preparación física en el fútbol ha cambiado mucho.

¿Cuándo se puede trabajar el físico?

Vamos a la pretemporada. Hoy es absolutamente imposible repetir las fórmulas de antaño porque el fútbol ha cambiado completamente. Las pretemporadas no son para preparar la sesión sino para ganar dinero.

El Barça empezará el 10 de julio la temporada 24-25 sin algunos de los futbolistas que están jugando la Eurocopa -ahora mismo, once: Cancelo, Christiansen, Fermín, Ferran, Gundogan, Joao Félix, Lamine, Lewandowski, Koundé, Pedri y Ter Stegen-, la Copa América -dos: Araujo y Raphinha- y los Juegos Olímpicos -veremos, quizás Cubarsí y alguien más-.

Dos semanas después viajará a Orlando, Nova Jersey y Baltimore (EEUU) para enfrentarse al Manchester City, Real Madrid y Milan. ¿Trámites de verano o primeros exámenes? Como entre partido y partido hay viajes y la ciencia aconseja 48 horas (más o menos) de descanso, entrenar lo físico va a ser imposible.

La Liga va a empezar el fin de semana del 17 de agosto y el calendario, entre las competiciones de clubes y las de selección se complica de manera espectacular.

¿Saben ustedes cuántos días dispuso el Barcelona para trabajar el físico en entrenamientos normales durante los cinco primeros meses de competición de la temporada pasada? ¡Apenas 10! Partidos, lesiones, golpes, viajes, descanso, selecciones (con metodologías de entrenamiento diferentes al del club)...

¿Creen ustedes que en esos 10 días el entrenador está para ponerse a trabajar lo físico? Evidentemente, no. El equipo necesita campo y balón para corregir lo que no ha funcionado durante los partidos y, por tanto, el preparador físico debe buscar un objetivo diferente. Entrenar para mejorar la preparación física requiere tiempo y, hoy, el Barcelona -y todos los demás equipos grandes- no lo tienen.

Adaptar lo físico al modelo de juego

Los entrenadores eligen su modelo de juego y lo desarrollan en los entrenamientos. A través del juego, pues, se debe mejorar lo físico. Imaginemos que el entrenador va a trabajar la presión en campo contrario.

A partir del trabajo táctico del juego de posición el preparador físico deberá adaptarse para encontrar pequeños espacios para introducir sus cuñas de trabajo físico, de fuerza o aceleración, por ejemplo, para establecer unos mínimos imprescindibles para ejercer la profesión de futbolista como se debe.

Por tanto, es esencial dominar el modelo de juego para no depender exclusivamente de la parte física. En el caso del Barça, por ejemplo, como quiere jugar al ataque y dominar los partidos a partir de la posesión del balón y del juego de posición, escoge un perfil muy determinado de futbolistas.

Si quiere sacar provecho de una recuperación post-pérdida cerca de la portería rival es necesario trabajar bien los conceptos de ataque para estar bien colocados después de perder el balón y ejercer la presión de manera efectiva, en este caso, con carreras de siete u ocho metros. Las no recuperaciones tienen que ver más con lo táctico que con lo físico. Por tanto, el sometimiento del Barcelona a sus rivales debe conseguirse a través del balón, no de las piernas.

El Real Madrid, por ejemplo, tiene el mismo problema que el Barcelona: como no tiene tiempo para entrenar basa su trabajo físico en su manera de jugar que, como todo el mundo sabe, nada tiene que ver con la del Barça.

Como Ancelotti quiere correr de área a área, sin excesivo control del balón ni protagonismo de sus jugadores del centro del campo, los perfiles a la hora de fichar son mucho más físicos -Rüdiger, Mendy, Tchouameni, Camavinga, Valverde, Bellingham...-. Ningún plan es mejor que el otro. De lo que se trata es de llevar el elegido a buen puerto. Quien lo consiga ganará títulos; quien no, abrirá debates como éste.

Los nuevos preparadores físicos

Por tanto, los equipos especialistas (preparadores físicos, readaptadores, fisioterapeutas, etc...) han tenido que adaptarse a una nueva realidad que nada tiene que ver con los trabajos generalizados si no más bien con todo lo contrario.

Hoy se trabaja de manera individualizada porque no es lo mismo preparar a un portero que a un delantero, a un jugador rápido que a uno resistente, a uno que ha jugado el fin de semana a otro que no lo ha hecho, a uno que tiene golpes que a otro que acabo bien el partido.

En realidad, se trata de entrenar para que nadie se lesione mucho más que hacerlo para mejorar la forma física. Dicho de otra manera: la preparación para aumentar el rendimiento físico del equipo, hoy por hoy, es una mentira.

Por eso es tan importante encontrar un buen equipo de especialistas que sean capaces de encontrar el punto justo de actuación en cada momento y que sepan vivir al margen de una planificación original de principio de temporada.

La alta competición tiene tantas variables que parece imposible llevar adelante un trabajo pensado con mucha antelación. Dicho de otra manera, la realidad del fútbol actual necesita de un tratamiento casi quirúrgico del trabajo físico.

La Dirección Deportiva del Barça está cambiando las personas. El máximo responsable de la preparación física con Xavi Hernández, Iván Torres, va a dejar paso a nuevos profesionales. Suena como nuevo jefe Pepe Calvo, preparador físico del Sevilla. También podrían trabajar en el club Rafael Maldonado, ahora en la Real Sociedad, y un gran especialista en el trabajo de fuerza como Julio Tous. Veremos los resultados pero la intención del club es cambiar las dinámicas actuales.

Los preparadores personales

Si la situación es como se describe algunos de ustedes se preguntarán por qué los futbolistas usan preparadores físicos personales para complementar su estado de forma.

La respuesta no es sencilla porque cada caso puede tener una motivación diferente pero, en general, al jugador le es más cómodo trabajar en casa con un especialista o un fisioterapeuta que le permita mejorar aspectos muy concretos de su cuerpo a la vez que no pierde tiempo en desplazamientos a las instalaciones del club. De esta manera, la conciliación familiar es más sencilla.

¿Alguien cree que si un futbolista pide soporte físico el club no se lo va a conceder? Es evidente que sí. En este sentido quizás llegará un día en que el Barcelona -y el resto de clubes de fútbol- deberá crear un departamento de coordinación entre los preparadores del club y los privados para no crear interferencias peligrosas ya que a veces los intereses de unos y otros pueden ser diferentes. No hay que olvidar que el descanso es una parte esencial del entrenamiento de un deportista de élite.

En la NBA, por ejemplo, con temporadas cortas pero extraordinariamente intensas, los equipos solo entrenan el juego y por eso cada jugador tiene su preparador físico personal. Vamos a ver hacia donde camina el fútbol...

Competividad a base de exigència diaria

Acabamos. En Dinamarca se han presentado unos estudios físicos que demuestran que pocas veces el jugador que más salta es el que mejor va de cabeza, o que el más rápido pocas veces gana una carrera. Ahí en medio hay un balón que lo condiciona todo.

Por tanto, la única manera de competir mejor no es haciendo un trabajo radical de preparación física porque, como se ha demostrado, es imposible. Hay que trabajar el modelo de juego e intervenir con talento para aprovechar las pequeñas ventanas que abre el calendario y, sobre todo, ser muy exigente en cada segundo de cada entreno.

Y ahí entra la figura de Hansi Flick. El nuevo Barça debe saber competir en cada instante de cada ejercicio de cada día para poder estar a la altura táctica y física durante toda la temporada.

Apunten la palabra justa: exigencia.

* Informe realizado con la colaboración de Dani Acosta, exfutbolista y preparador físico profesional con experiencia internacional.

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