El Barça Atlètic pierde la segunda posición

Los de Rafa Márquez cayeron ante un Nàstic que tuvo más fe en la victoria

Al Barça Atlètic le vale con un empate ante el Celta B en Vigo para ser tercero

Barça Atlètic - Nàstic en el Johan

Barça Atlètic - Nàstic en el Johan / VALENTÍ ENRICH

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El filial del Barça demostró en Galicia ante el Deportivo que quiere más, que está sediento de gloria y que, pese a ser el equipo más joven de la categoría, la ambición no tiene límites. Cayeron, sí, pero lo hicieron con honor y por la mínima ante un rival que reverdece laureles y que, por supuesto, se jugaba mucho más: el ascenso directo.

Los blaugrana, ya clasificados para disputar la promoción de ascenso, se medían al Nàstic, otro rival de entidad, en el Johan Cruyff. El objetivo, como siempre, ganar, lo que habría supuesto asegurar la segunda posición. El tramo final de la Primera RFEF para los de Márquez es un más difícil todavía en sentido contrario. Tras el Depor, ya primero, el Barça Atlètic cayó ante el Nàstic en casa, ahora segundo, y se jugará la tercera plaza la semana que viene ante el Celta B en Vigo. Otra especie de final sin que perder suponga ningún desastre, pero alguna habrá que ganar.

El partido ante los de Tarragona fue malo, sobre todo en el primer tiempo. Se midieron dos equipos con pocas ganas de atacar, algo timoratos y sin necesidad de hacerse daño. Pocas ocasiones, mucho centrocampismo, demasiado respeto. Fermín López, Lamine Yamal, un enérgico Aleix Garrido y Balde, entre otros, vieron cómo el Nàstic estuvo mejor en un primer tiempo flojo del filial.

Tiraron de oficio

No es que los de Tarragona estuvieran mucho mejor, pero sí estuvieron más efectivos, como quien tiene las llaves de la casa y las usa para entrar en ella. Poco más, casi sin pensárselo. Llegaron un par de veces y aprovecharon un error, seguramente el único que cometió en todo el partido porque la realidad es que estuvo muy bien, Mika Faye. Godoy, un incordio durante todo el rato que estuvo sobre el césped, se plantó ante Astralaga y marcó. Corría el minuto dieciséis. Quedaba un mundo.

Sin embargo, el Barça Atlètic no se levantó, no se rebeló, no se indignó y eso, de hecho, es lo que molestó al Rafa Márquez, que lo dijo abiertamente en rueda de prensa cuando acabó el encuentro, ya con 0-2. "Fue una primera mitad para olvidar. Había que intentar tener actitud y valentía, esa es la idea que no ha llevado a ser el equipo que hemos competido toda la temporada contra grandes rivales", comentó el técnico cuando se acabó el partido.

Lo cierto es que el Barça Atlètic lo intentó hasta el final del primer tiempo, pero sin demasiada fe, sin creer que, realmente, podía acabar imponiéndose a un rival más sólido. Les faltó mala leche a los blaugrana, aunque al Nàstic le sobró oficio, también hay que decirlo.

Nada más en la segunda mitad

La segunda mitad fue algo más de lo mismo en versión mejorada. Los de Tarragona, con la ventaja en el marcador, la acabaron de consolidar. Jugó un partido muy inteligente el Nàstic. El Barça Atlètic mejoró muchísimo, pero no le llegó . Llegaron los cambios, hubo intentos, amarillas, varias, para los de Dani Vidal, pero faltó, como en el primer tiempo, mala leche. Y eso se paga.

Cuando parecía que el empate era una posibilidad real, llegó el segundo. Un centro desde la derecha de Godoy, otra vez él, para que Marc Fernández marcara solo tras superar el centro toda el área. Salió Alarcón, la mejor noticia de la tarde e hizo el 1-2. Ahí se acabó el partido.