Barça: angustia… y alivio

No tenía margen de error el FC Barcelona contra el Cádiz si quería mantener el famoso entorno bajo control. Tras el 0-0 ante el Getafe en el debut liguero, el equipo de Xavi Hernández necesitaba la primera victoria para sumar los tres puntos contra el Cádiz para no ceder más terreno a los líderes y tomar el pulso a la competición. Y lo consiguió, aunque para ello tuvo que sufrir, hasta sudar sangre. Al final, sin embargo, la angustia y el malestar acumulado con el paso de los minutos se convirtió en alivio y desahogo gracias al acierto de Pedri y Ferran en la recta final del partido.

El 1x1 del Barça contra el Cádiz

El barcelonismo comprobó el pasado domingo que, deportivamente, el equipo tiene que crecer. Es cierto que la plantilla no está cerrada y que solo se han disputado dos partidos oficiales, pero al campeón de la Supercopa y la Liga se le debe exigir mucho más, en especial en ataque. En defensa, pese a conceder ayer alguna ocasión al rival, volvió a quedar claro que la presencia de Ter Stegen, que negocia su renovación, es un seguro de vida: dos partidos y dos porterías a cero.

Lectura positiva

De todas formas, la lectura que debe hacerse del partido es positiva. El Barça supo templar los nervios, creyó en su idea futbolística y lo intentó por el mismo camino —combinar, asociarse— hasta el final. Su perseverancia lo llevó a una victoria imprescindible para seguir trabajando con tranquilidad y confianza a la espera de refuerzos. Si la secretaría técnica puede contentar a Xavi con las piezas que le faltan y el equipo entra a partir de ahora en dinámica positiva, las sensaciones son inmejorables e invitan a lo mejor.

También quedó claro que, salvo en los grandes partidos de Liga y de Champions League, el peregrinaje al Estadi Olímpic Lluís Companys de Montjuïc no será masivo. El pasado domingo, en un partido a las 19.30 horas, en verano, asistieron unos 40.000 espectadores (39.603 exactamente). Un tema, el de la asistencia al nuevo escenario azulgrana, que deberá seguir trabajándose desde el club para que el equipo no se sienta abandonado cuando arrecie el frío y el partido sea el último de la franja horaria.