FC BARCELONA

El balón parado ha dejado de ser un dolor de cabeza

El trabajo que está realizando Luis Enrique y su equipo en las jugadas a balón parado ha convertido algo que era sinónimo de gol encajado en una lance más del partido 

Bravo, en un partido con el FC Barcelona

Bravo, en un partido con el FC Barcelona / sport

Xavi Torres

Córner en contra. Murmullos en la grada. Cada balón parado en el Barça era motivo de preocupación. Por las características físicas de los jugadores azulgrana y, sobre todo, por la actitud a la hora de ir a buscar el balón para alejarlo de la portería barcelonista. El Barça de Luis Enrique ha cambiado esta dinámica y hoy cualquier balón parado del rival y colgado al área no supone más dolores de cabeza de los normales.

1. Solo 3 goles encajados

El Barça ha encajado 43 goles esta temporada de los cuales solo siete han llegado en una acción de balón parado del rival. Pero atención, tres son de penalti -Gameiro (Sevilla), en la Supercopa de Europa de agosto; Aduriz (Athletic) en la Supercopa de España, también en pleno verano, y Guidetti (Celta) en la jornada 24 de Liga, en febrero- y uno de falta directa -Banega (Sevilla)- en la misma Supercopa de Europa, el primer partido de la temporada. O sea, a través de los tradicionales y asustadizos córners y faltas laterales el Barcelona sólo ha encajado ¡tres goles!

El primero llegó el 20 de septiembre ante el Levante, jornada 4. Con 3-0 en el marcador Toño colgó el balón tras el lanzamiento de un córner en corto y Ter Stegen falló estrepitosamente en la salida. Víctor, casi sin querer, marcó a placer. Nueve días después, en la visita del Bayer Leverkusen al Camp Nou y con 0 a 0, Çalhanoglou tiró un córner al primer palo y Papadopoulos remató. Dos goles en nueve días provocaron cierta incertidumbre hasta el punto que en el mismo terreno de juego Ter Stegen y Suárez discutieron sobre culpabilidades.

Sin embargo, la angustia del momento fue sólo un espejismo. El equipo ha tardado cinco meses y medio a volver a encajar de córner. El domingo pasado, en Villarreal, Mathieu anotó en propia portería tras el lanzamiento desde la esquina de Manu Trigueros. El leve toque de balón de Soldado desvió la trayectoria y trajo al francés toda la mala suerte del mundo.

2. Zona y hombre

Juan Carlos Unzúe es el hombre de la estrategia de Luis Enrique. Para defender estas jugadas el equipo utiliza un marcaje mixto, es decir, algunos jugadores defienden en zona y otros al hombre. A modo de ejemplo, en la citada jugada del 2 a 2 de Villarreal, la colocación fue la siguiente: Bravo, por supuesto, bajo palos y atento para ayudar a la defensa saliendo en los balones muy colgados. El Barça usa dos especialistas en el juego aéreo para ir a buscar el balón sin preocuparse de marcar a nadie. Están en zona. Suárez a la corta, dentro del área pequeña, para despejar cualquier balón dirigido al primer palo y Mathieu más centrado para balones orientados al punto de penalti o al segundo palo. El resto de los jugadores defienden marcando al hombre, en este caso, Mascherano con Cedric, Alba con Soldado, Rakitic con Bailly, Sergio con Bruno y Alves con Víctor Ruiz.

3. Responsabilidades compartidas

Por tanto, como mínimo, cada balón colgado al área debe ser disputado por dos jugadores del Barça, el hombre libre y el que ocupa el espacio donde cae la pelota y que está, a la vez, marcando a un delantero rival. Es evidente que Suárez, Mathieu y Sergio (o Piqué, Bartra o Vermaelen, que no jugaban en ese momento en el Madrigal) protegen mucho a Bravo por su envergadura y capacidad aérea pero ahora y siempre, marcando al hombre, en zona o mixto, jugando con hombres altos o bajos, fuertes o débiles, es necesaria una actitud positiva ante cada balón, atacarlo con decisión y valentía, con convencimiento de que se va a ganar el duelo. 

4. ¿Goles evitables?

En la colocación de Villarreal no hay jugadores en los palos como ha sido habitual toda la vida. Los porteros protegían la portería ayudándose de dos defensores que ocupaban esos espacios, solución que evitaba muchos goles. De hecho, los tres que ha encajado el Barça (dos, Ter Stegen y uno, Bravo) no hubieran subido al marcador si los palos hubieran estado cubiertos.

Sin embargo ya hace tiempo que se ha impuesto la moda de no usar hombres en los palos. Los porteros prefieren no poner a nadie ahí y tener el terreno libre por si deben desplazarse lateralmente para despejar o blocar cualquier balón. La realidad es la que es pero ellos son los que mandan. Y por ejemplo, dando un vistazo a las ocho estrategias defensivas de los córners en los equipos cuartofinalistas de la Champions, se observa que además del Barcelona, ni el Real Madrid, Atlético, Bayern, PSG, Manchester City ni Benfica ponen a nadie en los palos y solo el Wolfsburgo sitúa un defensor en el primer poste. Curioso por sorprendente ya que esta opción supone una solución sencilla para evitar lo más sagrado: el gol. 

5. La contra

A cambio de asumir ese riesgo el Barça ha ideado la fórmula de aprovechar los córners en contra para provocar una contra letal. El Real Madrid con Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo o el Borussia Dortmund con Reus y Lewandowski han sido ejemplares en esta acción. Ahora el Barça, con Messi y Neymar (sin Suárez, porque ya se ha explicado que es un especialista en el juego aéreo y ayuda en la defensa del primer palo), es el mejor exponente de lo que es un contrataque de manual. En Villarreal Neymar estaba colocado en el pico del área cercano al lanzamiento de córner y Sergi Roberto (otro gran conductor de balón), en la frontal, ambos con la misión de recoger cualquier despeje y lanzar a Messi. Ya hemos visto muchos goles así pero lo mejor siempre está por llegar. ¿Será el sábado contra el Real Madrid?