El 'Baby Barça' derrumba la puerta

El ambiente que se respira en el barcelonismo es de buenas vibraciones con este nuevo Barça que está todavía en fase embrionaria. Hansi Flick se puso manos a la obra desde el primer día con un libro de estilo por aplicar y por inclulcar a un grupo muy joven, con muchas ausencias de la que debería ser su columna vertebral la próxima temporada.

Flick se pone duro y frena cualquier euforia

Apenas acumula el cuadro azulgrana tres amistosos preparatorios, pero lo cierto es que la gira americana dificilmente podría estar dejando mejores sensaciones tanto dentro de la estructura del club, como en el vestuario y, casi lo más importante, entre la masa social barcelonista.

IRRUPCIÓN DE PABLO TORRE

Testimonial podríamos decir ese primer ensayo frente al Olot, pese a que ya nos dejó una primera buena actuación de Pablo Torre. Luego nos centraremos en los nombres propios, pero el cántabro es una de las sorpresas agradables y un 'descubrimiento' para Hansi Flick.

Además, cabe señalar que ese duelo ante el Olot fue a puerta cerrada y pocas conclusiones pudimos sacar. El primer envite serio ante el Manchester City ya sí sirvió para hacer un primer balance del trabajo de Flick con el grupo en las primeras tres semanas. Y con brotes verdes y detalles más que positivos.

Empezando por la presión, por la agresividad tras pérdida, por la verticalidad. El Barça sufrió, sí. Por momentos se vio obligado a defenderse atrás y a renunciar al balón ante un City con los mecanismos mucho más automatizados.

Pero lejos de caer o de venirse abajo, el equipo mostró raza, capacidad de reacción. Y tener armas para hacer daño a todo un cuadro 'citizen'. Plagado de bajas, sí, pero como los azulgranas. El tanto de Pau Víctor, que nació de un pase superando líneas maravilloso de Sergi Domínguez, que siguió con un toque de taco de primeras de Casadó y terminó con esa definición perfecta del de Sant Cugat, fue una buena carta de presentación.

LA REVOLUCIÓN LENTA DE FLICK

Y el clásico ha servido como constatación de que el camino que se está siguiendo es el adecuado. Hay que huir de cualquier euforia o triunfalismo, pero al mismo tiempo tampoco hay que perder de vista la realidad. Flick está liderando una pequeña revolución, que es lo que le pedían Laporta y compañía. Con respeto a la idiosincrasia del club y a esa exigencia histórica de la posesión, del culto al balón y al juego de posesión, pero con aditivos. Con edulcorantes.

Entremos ahora sí en individualismos. Sin lugar a dudas, Pau Víctor es el gran nombre propio. Por sus tres goles, por su doblete ante el Madrid, por la capacidad que ha mostrado de ser agresivo en la presión, una bestia competitiva con la portería entre ceja y ceja. Un 'killer' en toda regla que quiere cumplir su sueño a toda costa y quedarse en el primer equipo.

Y luego muchas más piezas. El doble pivote Casadó-Bernal. Criado 100% en casa, entendiéndose a las mil maravillas, con una gran conexión. Trabajador incansable el de Sant Pere de Vilamajor, clave en la presión. Agresivo. Y a sus 17 años el de Berga, con esos 1,91 metros, pura clase, llegador y elegante.

El potente Gerard Martín en la izquierda, Alex Valle 'desbocado' en el lateral diestro a pierna cambiada ante el Madrid, Sergi Domínguez muy sobrio con balón y en los duelos en el central. El 'Baby Barça' camina con paso firme.

FLICK SE PONE DURO Y FRENA EUFORIAS

Apenas lleva un mes al frente del Barça Flick, en pleno proceso para que sus pupilos vayan asimilando los automatismos y todo lo que quiere implementar. Como decíamos, esa presión alta los 90' (algo que requiere una condición física óptima, más aún con el denso calendario que tendrá este año el equipo), la defensa adelantada, combinar el ser vertical con el juego de posesión y entender cuándo llevar a cabo uno u otro.

Nada más terminar el choque ante el Madrid, Hansi Flick tenía clarísimo el mensaje en la rueda de prensa: "En varias ocasiones nos tiramos demasiado atrás y no presionamos al rival que tiene la pelota. Eso es un problema que tenemos que corregir. Hay que meter presión durante los 90 minutos y no aflojar nunca".

Nada más terminar el choque ante el Madrid, Hansi Flick tenía clarísimo el mensaje en la rueda de prensa: "En varias ocasiones nos tiramos demasiado atrás y no presionamos al rival que tiene la pelota. Eso es un problema que tenemos que corregir. Hay que meter presión durante los 90 minutos y no aflojar nunca".

Flick trasladó ese mensaje también al vestuario. Para que no haya un optimismo desfermado, ni euforia excesiva. Hay mucho por mejorar. Brotes verdes, sí. Y cosas que se están haciendo bien. Pero esto es un proceso que se cocerá a fuego lento.