Alarma en el Barça por una tendencia preocupante

No existe club en el mundo como el Barça. Es imposible que ni una sola entidad del planeta llegue a principios de noviembre bien situado en la Liga, de la que es vigente campeón, y líder en la fase de grupos de la Champions con las opciones intactas de pasar a octavos como primero, con la sensación de estar metiéndose en una crisis. La presión alrededor del equipo, y la que el propio equipo se pone, es enorme.

La razón es que no vale solo con ganar, sino que, además, hay que hacerlo jugando bien a fútbol y, en el Barça, jugar bien a fútbol significa hacerlo como mandan los que dicen qué es jugar bien a fútbol. Si una de las dos cosas falla, el invento no sirve. Y lo cierto es que la última vez que el Barça ganó y convenció sin matices, sin posibilidad de buscar y encontrar los tres pies al gato, fue a mediadios del mes de septiembre, cuando, de forma consecutiva, los de Xavi golearon 5-0 al Betis en la Liga y 5-0 al Amberes en la Champions. Dos partidazos, dos grandes resultados.

Desde entonces, el equipo ha bajado sus prestaciones, tanto a nivel goleador como a nivel futbolístico, pero también a nivel de resultados. De hecho, son ya dos derrotas en los tres últimos encuentros que confirman una tendencia preocupante y obliga al cuerpo técnico a recuperar el tono para no ver comprometidas sus opciones de defender el título de Liga y su avance en el máximo trofeo continental de clubs.

Diez partidos tras el Amberes

Tras golear al Amberes, el Barça ha jugado diez partidos: siete de Liga y tres de Champions. En el torneo de la regularidad los ha saldado con cuatro victorias, dos empates y una derrota. En Europa, con dos victorias y una derrota. Pero, más allá del marcador, están las sensaciones. Y ahí el equipo cojea.

De las cuatro victorias, tres han sido por la mínima (Sevilla, Athletic y Real Sociedad), uno tras remontar un 0-2 ante el Celta (3-2), dos empates en Mallorca y Granada y la derrota ante el Real Madrid en Motjuïc. En la Champions, victoria 0-1 en Oporto, 2-1 en casa ante el Shakhtar y la derrota en Hamburgo ante los ucranianos.

Ninguno de esos diez partidos, ni siquiera en los triunfos, se ha producido de forma holgada y solo una vez el Barça ha obtenido una ventaja de dos goles aunque fuera de forma momentánea, ante el Shakhtar en Montjuïc. Y el equipo acabó sufriendo tras marcar el 2-1 los ucranianos. Es evidente que, a este nivel, ganar sencillo es lo más complicado que hay, pero también que la trayectoria del equipo, tanto a nivel de resultados como de fútbol es descendente. De ahí el ruido que se está generando alrededor de la plantilla.

"A este nivel, ganar sencillo es lo más difícil, pero la trayectoria es descendente"

Toca hacer un reset, que futbolistas que acaban de salir de una lesión cojan el ritmo y recuperar también a Frenkie de Jong y Sergi Roberto. Xavi les necesita a todos al cien por cien para poder plasmar sobre el césped lo que dibuja en la pizarra. No hay nada perdido y, de hecho, todo es aún posible, pero será necesario reaccionar y hacerlo ya.