Agustí Montal rompe su silencio

Uno es presidente del Barça por un tiempo, pero el Barça nunca deja de estar contigo". Agustí Montal, ex presidente del FC Barcelona, explica en sus memorias muchos aspectos de la historia del club blaugrana que vivió en primera persona y que hasta ahora se había guardado. Editado por Editorial Proa, el libro 'Agustí Montal. Memorias de un presidente blaugrana en tiempos dificiles', correspondiente a la colección 'Perfils89' sale el próximo día 12 a la venta y el día 23 será presentado a cargo del actual presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. SPORT les ofrece un avance editorial de estas memorias.

La clave para la victoria

"(...) Pero todo quedó eclipasado el día 23 de agosto de 1973, cuando el mejor jugador del mundo bajó del avión en Barcelona.

Johan Cruyff, el fichaje tan deseado, se vestía, por fin, de blaugrana.

Fueron negociaciones muy duras, tanto Armand Carabén, gerente del Barça, como Josep Lluís Vilaseca, hicieron un gran trabajo con tal de conseguir traer el jugador más importante, creo yo, de la historia del club. Cabe recordar que Cruyff fue el primer futbolista que fue portada de la revista 'Time'.

Yo creo, siempre he creído, que Johan Cruyff fue un jugador que no sólo llevó a nuestro club su calidad com deportista, sino que tambien inauguró la 'globalización'. Del Barça en particular y del fútbol en general(...)

(...) Mientras esperábamos la habilitación, el certificado de traspaso internacional y el permiso de la Real Federación Española de Fútbol y de la federación holandesa, fuimos organizando partidos amistosos y no es necesario decir que los campos se llenaban para verle jugar y, sin grandes esfuerzos, nos dimos cuenta de que con el dinero recaudado... ¡habíamos pagado su traspaso!

He hablado del problema del certificado del traspaso internacional, pero me gustaria explicar un poco mejor lo que pasó, porque es un claro ejemplo del momento en que vivíamos y de los problemas con los cuales nos teníamos que enfrentar.

Lo que se necesitaba era tener el certificado de traspaso internacional en divisas y, en aquellos tiempos, para tener una cantidad de dinero tan grande tenías que pedir permiso al Instituto de Moneda Extranjera. Como no nos lo daban y la cosa se iba retrasando, el director general de la institución, que se llamaba Manuel Ortínez y que era un conocido mío, me dijo que declarásemos a Cruyff como una mercancía. Y acabó constando como un "semoviente".

Después de una reunión con la junta directiva, decidimos jugarnos la suerte y dijimos que... ¡necesitabamos dinero para comprar algodón! ¡Algodón Cruyff!

Recuerdo que en el primer partido recaudamos 22 millones de pesetas, o sea, el treinta por ciento de la ficha (...)

El caso Guruceta

(...) Aquel penalty nos hizo mucho daño deportivamente, pero socialmente todo lo que pasó significó un empujón para una junta directiva que quería volver a hacer del Barça un representante -en aquellos momentos mucho más que ahora- de las virtudes y de los defectos de un país al cual siempre habían tratado mal. Y aquel penalty injusto era un símbolo del maltrato del país; por eso protestar solemnemente aquella decisión tenía un enorme significado (...)

Botifarra de pagès

(...) Recuerdo que estaba sentado al lado del ministro y que éste me dijo: "El Madrid sí que ha dado tiempos de gloria para España, el Barcelona no está mal..."

Cuando el Barça marcó el segundo gol, se giró y me dijo: "Parece que este año tenéis suerte".

En el tercer gol, la gente se dio la vuelta y empezó a gritar a Bernabéu: "¡Viejo, vuélvete a tu casa que ya no sirves para nada!"

El ministro también gritaba, así que yo le cogí de la gabardina, le hice sentarse y le dije: "Ministro, calle, porque no quiero que piensen que el que va contra el señor Bernabéu soy yo. Aquí tiene que haber un 'fair play' y este año jugamos mejor nosotros".

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