Los 'Hispanos' naufragan en defensa

[ { "insert": "Redacción deportes, 12 oct (EFE).- La selección española de balonmano arrancó con una derrota su andadura en la EHF Euro Cup, tras caer este miércoles por un contundente 39-31 ante Dinamarca en un encuentro en el que los de Jordi Ribera nunca encontraron la fórmula para detener al ataque del conjunto nórdico. " } ]

Un lance del partido entre Dinamarca y España

Un lance del partido entre Dinamarca y España

SPORT.es

SPORT.es

La selección española de balonmano arrancó con una derrota su andadura en la EHF Euro Cup, tras caer este miércoles por un contundente 39-31 ante Dinamarca en un encuentro en el que los de Jordi Ribera nunca encontraron la fórmula para detener al ataque del conjunto nórdico, que es uno de sus puntos fuertes tal y como explicamos en la previa.

Dinamarca - España FT

EHF Euro Cup

39
31
Alineaciones
Dinamarca
Niklas Landin; Gidsel (8), Mensah (-), Saugstrup (4), Hald (1), Lauge (3) y Jakobsen (4) -equipo inicial- Nielsen (ps), Mortensen (3), Lindberg (3), Toft Hansen (1), Mikkel Hansen (5, 3p), Johan Hansen (-), Holm (2), Lassen (-) y Pytlick (5).
España
Pérez de Vargas; Aleix Gómez (2, 1p), Maqueda (1), Tarrafeta (4), Cañellas (1), Ángel Fernández (2) y Marchán (2) -equipo inicial- Sergey Hernández (ps), Alex Dujshebaev (4), Figueras (1), Casado (1), Ariño (-), Gedeón Guardiola (2), Sánchez-Migallón (1), Dani Dujshebaev (5) y Odriozola (5, 3p).

En especial al lateral derecho Mathias Gidsel, que demostró que se encuentra perfectamente recuperado de la lesión de rodilla que sufrió en el pasado Europeo, tras ofrecer una auténtica exhibición ante los 'Hispanos'.

No sólo ya por los ocho tantos con los que el jugador del Füchse Berlín alemán cerró el encuentro, sino por la variedad de fintas, pases y penetraciones con las que Gidsel, de 23 años, demostró que está destinado a ser convertirse en el jugador más determinante del mundo en los próximos años.

Talento que contó en esta ocasión con la colaboración de una defensa española, que nunca logró adquirir la contundencia necesaria para frenar las acciones individuales de los jugadores daneses.

"Tenemos que ser más agresivos y apoyarnos más en defensa, no puede pasar el balón en los unos contra uno", se quejó el seleccionador español Jordi Ribera, obligado a pedir con urgencia un tiempo muerto, tras ver como apenas superados los primeros diez minutos de juego Dinamarca doblaba en el marcador (8-4) a los 'Hispanos'.

Pero ni las advertencias del preparador español, ni las distintas combinaciones con las que probó Ribera sirvieron para dotar a la defensa española de las solidez necesaria para frenar el ataque del conjunto nórdico, que a falta de siete minutos para llegar el descanso se disparó hasta los seis goles de ventaja (16-10).

Una más que preocupante renta ante la voracidad del equipo danés, una selección que no suele desaprovechar la oportunidad de castigar con severos resultados a sus rivales si tiene la oportunidad de ello.

Pero si algo demostraron los 'Hispanos', pese a no jugar el mejor de sus encuentros, es su carácter irreductible, su capacidad de sobreponerse a las adversidades, por lo que bastó una mínima rendija para que España pareciese en disposición de reengancharse al partido. Aferrado a los dos minutos de superioridad numérica con los que contó el conjunto español tras la exclusión de Mads Mensah los 'Hispanos' no sólo se sacudieron del dominio danés, sino que parecieron en disposición de variar el guión del encuentro tras situarse a tan sólo dos goles (18-16) en el marcador

Un mero espejismo, ya que Dinamarca de nuevo guiado en ataque por Mathias Gidsel, que tan sólo erró uno de los nueve lanzamientos que intento en el encuentro, volvió a superar por completo a la defensa española en el arranque de la segunda mitad. Tal y como reflejaron los ocho goles de desventaja (27-19) con los que contaban los de Jordi Ribera a los once minutos de segundo tiempo y que convirtieron en un mero trámite el resto del encuentro.

España trató de minimizar el más que previsible castigo, algo que nunca logró ante la facilidad con la que el conjunto danés resolvió cada uno de sus ataques, como reflejó el 39-31 final.

Una derrota que no debe preocupar a España tanto por lo contundente del marcador, dado el carácter preparatorio del choque pese a su condición de oficial, como por la incapacidad para dotar de la más mínima solidez a su defensa, el pilar sobre el que se han sustentado los recientes éxitos del equipo español, no lo olvidemos, el vigente subcampeón de Europa.