El deporte femenino se reivindicó con un Mundial sensacional

12.000 espectadores siguieron el pasado fin de semana en Herning (Dinamarca) la lucha por las medallas

La afición danesa adora a su equipo femenino casi al mismo nivel que los Gidsel y Landin en el masculino

Espectacular imagen del Jyske Bank Boxen

Espectacular imagen del Jyske Bank Boxen / DANSK HAANDBOLD

David Rubio

David Rubio

Suecia, Noruega y sobre todo Dinamarca han organizado el mejor Mundial Femenino de Balonmano de la historia con partidos por encima de los 11.000 espectadores como las semifinales y los dos duelos por las medallas del pasado fin de semana en el imponente Jyske Bank Boxen del que estuvieron lejos las Guerreras.

Las más de 12.000 almas que llenaron la instalación a reventar en los dos partidos de una Dinamarca que se colgó el bronce pagaron elevados precios por las entradas en un ejemplo de cómo se fomenta de verdad el deporte femenino. No se hace a base de regalar localidades, sino de ponerlo en valor.

Con Francia como campeona por tercera vez y Noruega como subcampeona, produce envidia sana ver cómo todo el pabellón conocía los nombres de las jugadores danesas y cómo gritaba sus apellidos cada vez que el speaker decía el nombre de la goleadora.

"Habría dado igual un Dinamarca-Noruega masculino o femenino", comentaron a SPORT varios espectadores el día de las semifinales. "El lleno sería el mismo costasen las entradas lo que costasen", comentaba una chica mientras jugaba al balonmano con su pareja y con dos hijos en una Fan Zone que fue un hervidero.

De hecho, el presidente de Dansk Haandbold, Morten Stieg, aseguró que en los últimos años "han invertido más dinero en balonmano femenino que en masculino para regresar a la lucha por las medallas". Tras el histórico equipo que conquistó tres oros olímpicos seguidos en Atlanta 1996, en Sidney 2000 y en Atenas 2004, Dinamarca solo había logrado una medalla en 14 años hasta iniciar su actual racha de tres consecutivas (dos bronces mundiales y una plata europea).

Otro detalle que ha marcado las diferencias es el compromiso por conseguir que el Mundial fuese el más sostenible de la historia. Los productos y materiales utilizados tendrán una segunda vida en las empresas locales, los aficionados cuidaron hasta el más mínimo detalles para depositar la basura en la zona correspondiente de las papeleras y las gradas acababan limpias como una patena después de que 12.000 personas estuviesen sentadas allí durante cinco horas.

Incluso en la celebración del bronce danés fueron tan correctos que se limitaron a aplaudir en pie sin moverse de sus asientos en una cita en la que las Guerreras cayeron antes de tiempo y ahora deberán pelear por París 2024 en el Preolímpico.

Escandinavia ha vibrado con el Mundiual femenino

Escandinavia ha vibrado con el Mundiual femenino / IHF

Por último, llama la atención que Dinamarca tenga en torno al 80% de éxito en la concesión de eventos y campeonatos cuando puja por ellos. No hay milagros aquí, sino un trabajo perfectamente coordinado entre el Ayuntamiento y la Municipalidad por un lado y el Gobierno danés por otro junto.

La fundamental tercera pieza solo existe en este país nórdico: Sport Event Denmark, una empresa que creada y mantenida por el Gobierno que se dedica con sensacionales resultados a todo lo necesario para asegurar que cuatro de cada cinco proyectos que pasan el corte salgan adelante.