Las claves del 'batacazo' de España en el Europeo

La selección española de balonmano quedó eliminada del Europeo de Alemania tras empatar ante Austria en los segundos finales del partido. Los 'Hispanos' no podrán luchar por volver a conseguir medallas y quedan en una situación muy peligrosa respecto a su clasificación a los Juegos Olímpicos.

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La eliminación de España en la fase preliminar del Campeonato de Europa supone todo un jarro de agua fría para una selección acostumbrada a cotas más altas. De hecho, éste se ha convertido en el peor Europeo de los 'Hispanos', que por primera vez en la historia del campeonato quedan apeados en la 'Preliminary Round'.

De hecho, la peor posición de España en la competición continental databa de 2004, cuando acabaron en la décima posición. En Alemania finalizarán decimoterceros. Esta eliminación supone además romper una racha de cinco medallas en los últimos eventos que ha disputado. Han sido muchos los factores de la eliminación, siendo la clave los problemas en la defensa.

Una defensa superada

El principal problema que ha tenido la selección española ha sido la defensa. El combinado español no ha sabido contrarrestar los ataques rivales y se han visto superados con mucha facilidad continuamente.

Jordi Ribera probó tanto con el 6:0 como con el 5:1, pero ninguno de los dos sistemas ayudó a recuperar la solidez en la defensa. La incorporación de Viran Morros, tras la lesión de Miguel Sánchez-Migallón, tampoco contribuyó a incrementar la fortaleza del equipo.

A la defensa española le faltó dureza en los contactos, 'piernas' para llegar a las ayudas con contundencia e incluso la confianza suficiente para realizar las habituales salidas a los impares. En el primer partido ante Croacia, España encajó la escalofriante cantidad de 39 goles y, en el tercer partido con todo por decidir, Austria fue capaz de anotar 33 goles. Tan solo una floja Rumanía no paso de los 24 goles. Sin duda, unos números con los que se hace muy difícil competir los encuentros, y más aún salir victorioso.

Mala suerte con las lesiones

Otro factor importante que ha marcado la evolución de los 'Hispanos' en el campeonato europeo han sido las lesiones. La primera baja llegó por parte de Miguel Sánchez-Migallón al sufrir una fractura del segundo metacarpiano de su mano izquierda. Una ausencia que marcó las variantes que intentó tomar Jordi Ribera para buscar la solidez defensiva necesaria.

El segundo en 'caer' fue con Kauldi Odriozola una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo. Más allá de todo lo que podía aportar en el aspecto ofensivo, que estaba bien cubierto por Aleix Gómez, España también perdió en el vasco una pieza clave para el 5:1. Odriozola era habitualmente el utilizado por Ribera para la posición de avanzado gracias a su rapidez y movilidad.

Por último, Agustín Casado se lesionó ante Austria en la mitad de la segunda parte con un ajustado 26-27 en el marcador. Casado ha sido el 'general' de las operaciones ofensiva de España, y el equipo no pudo contar con él para unos últimos instantes de infarto.

Dificultades en los centrales

La selección española también tuvo dificultades en la posición de central. Con Agustín Casado e Ian Tarrafeta como encargados de liderar el ataque español, al conjunto le faltó fluidez para anotar con cierta facilidad y regularidad.

Pese a tener buenos momentos puntuales, se ha echado de menos un paso adelante, tanto de Casado como de Tarrafeta. Incluso Jordi Ribera ha preferido 'mover' jugadores de sus posiciones habituales. Joan Cañellas disputó algunos minutos en el centro del ataque como solución de emergencia.

Ante esto, la posibilidad de que el joven Petar Cikusa entre en la convocatoria para los preolímpicos que deberá disputar España es toda una realidad.

La gestión del cambio generacional

indudablemente, España está 'obligada' a realizar un cambio generacional que ya había empezado en los últimos campeonatos. Los jugadores más jóvenes e inexpertos deben seguir evolucionando y convertirse en los nuevos líderes de una selección española que está cerca de decir adiós a auténticas leyendas.

En este Europeo de Alemania, el único 'joven' que ha entendido lo que era competir en un torneo como este ha sido Dani Fernández. El extremo ha estado muy acertado desde la esquina cuando ha suplido a Ángel Fernández.

Con Jordi Ribera al mando, la selección deberá continuar buscando nuevos referentes que le permita seguir compitiendo entre las mejores selecciones del mundo.