Bidasoa, finalista de la Copa Asobal en la prórroga

Bidasoa logró pasar a la final y jugará contra el Barça

Bidasoa logró pasar a la final y jugará contra el Barça / sport

El Bidasoa se ha convertido en el segundo finalista de la Copa Asobal tras ganar en la prórroga (30-33) a un Recoletas Valladolid que empezó a hacer sus deberes en la recta final de la segunda mitad, pero que, por errores propios, no logró rematar su reacción.

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Copa Asobal

30
33
Alineaciones
Recoletas Atlético Valladolid
César Pérez (Calle, ps), Adrián Fernandez (3,1p), Río (5), Patrianova (1), Dourte (-), Miguel Camino (3), Manu García (2), Nico López (1), Víctor Rodríguez (1), Roberto Pérez (1), Diego Camino (7,6p), Dani Pérez (-), Álvaro Martínez (6).
Bidasoa Irún
Ledo (1) (Luan, ps), Zabala (2), Odriozola (5), Esteban Salinas (4), Tesoriere (-), Da Silva (1), Seri (2), Cavero (1p), Azkue (4,1p), Serrano (2), Crowley (1), Orbovic (1), Rodrigo Salinas (5,2p), Renaud-David (3), De la Salud (1). Ledo (1) (Luan, ps), Zabala (2), Odriozola (5), Esteban Salinas (4), Tesoriere (-), Da Silva (1), Seri (2), Cavero (1p), Azkue (4,1p), Serrano (2), Crowley (1), Orbovic (1), Rodrigo Salinas (5,2p), Renaud-David (3), De la Salud (1).

El Bidasoa salió bien organizado en defensa, mientras que a los vallisoletanos les costó asentarse en ese plano, ya que Óscar Ollero probó con una defensa más abierta, que dio más opciones al cuadro irundarra, bien dirigido por Azkue, lo que le permitió adquirir una renta de tres goles (4-7) en el minuto 14.

Óscar Ollero solicitó tiempo muerto para recomponer a su equipo, e inició movimientos para buscar romper ese juego estático impuesto por el cuadro irundarra, que no beneficiaba en absoluto a los locales, al tiempo que incrementó el nivel defensivo, para forzar los lanzamientos exteriores del rival.

Así, poco a poco, con un buen trabajo colectivo, el Recoletas fue asediando al Bidasoa para situarse a un solo gol (9-10), que obligó a Jacobo Cuétara a parar el crono en busca de un revulsivo y, sobre todo, de cara a detener el empuje de los locales aunque estos no acababan de encontrarse cómodos en su propia pista.

Un último arreón de los vascos, alimentado por varios errores del Recoletas, les permitió llegar al descanso con una renta de tres goles (11-14) y mucho margen de mejora por parte de ambos conjuntos.

Tras la reanudación, el partido siguió por los mismos derroteros, pero en este caso, con un Bidasoa que apretó aun más las tuercas en el plano defensivo, lo que trajo consigo un bloque de los locales, que no encontraban soluciones en ataque ni en el juego de continuidad, ni con el pivote, ni desde el exterior.

Los irundarras no perdían el control del juego, porque se desarrollaba según el plan que ellos habían establecido, y eso hizo que los vallisoletanos se mostraran incapaces de hallar alternativas y que la renta alcanzara los cinco goles, a falta de nueve minutos para el final (20-25).

Lo que parecía imposible, el Recoletas Valladolid lo hizo posible, ya que desplegó todas sus armas en los últimos compases, con César Pérez brillando en la portería y con un ataque más fluido, con los dos centrales en pista, Adrián Fernández y Diego Camino, que forzaron la prórroga al empatar a 28 goles.

Y en esa prolongación fue el Bidasoa el que terminó llevándose el gato al agua, ya que supo afrontar bien la presión ante un rival que cometió imprecisiones en los momentos menos oportunos, para servir en bandeja el triunfo a los irundarras.