Diedhiou y Savané, dos senegaleses unidos por Gran Canaria

Jean Pascal Diedhiou, central del Guaguas de voleibol, conoce en persona a uno de sus ídolos de juventud, su compatriota Sitapha Savané, ahora presidente del Dreamland Gran Canaria de baloncesto

Jean Pascal, con una camiseta del Dreamland Gran Canaria y Sitapha Savané, con una camiseta del Guaguas, posan en la pista central del CID.

Jean Pascal, con una camiseta del Dreamland Gran Canaria y Sitapha Savané, con una camiseta del Guaguas, posan en la pista central del CID. / Juan Castro

Santiago Icígar

Gran Canaria, por azares del destino, se ha convertido en un cruce de caminos en la vida de dos senegalés encumbrados por el deporte. Para Jean Pascal Diedhiou, flamante fichaje del Guaguas de voleibol, se cumplió hoy un sueño de juventud. Conocía en persona a Sitapha Savané, una leyenda del Granca de baloncesto y del deporte senegalés. Taph es un referente para el nuevo central del campeón de la Superliga, quien reconoce que en sus orígenes estuvo tentado por decantarse por el deporte de la canasta en gran parte por culpa del actual presidente del Dreamland Gran Canaria.

Dakar les vio nacer a ambos y Gran Canaria les ha adoptado. Pero la tierra tira, y mucho. Como no podía ser menos, Savané no tarda demasiado en recomendarle a su paisano, recién llegado a la Isla, dónde comer «un buen arroz senegalés con pescado». El máximo mandatario del Granca, ya un isleño más después de tantos años, señala que «afortunadamente» en en Las Palmas de Gran Canaria existe varios lugares en la playa de Las Canteras «donde se puede comer una buena comida africana».

Eso para tranquilidad de Jean Pascal. El recién llegado afirma que, aunque no he tenido tiempo de conocer demasiados lugares por los entrenamientos, «me han recibido muy bien y me siento a gusto, y ahora más si puedo comer comida africana».

«Desde que era un niño el nombre de su familia siempre estuvo presente en mi casa», señala Diedhiou

«No es una casualidad que Gran Canaria se haya convertido en mi segunda casa», reconoce Savané. «Llegué aquí en 2004 y lo que me encantó es que vi muchas similitudes en la gente canariona con respecto a la senegalesa, su amabilidad, su tranquilidad; se trata de gente que te sonríe cuando te dicen mi niño y que parece que te conocen desde hace mucho tiempo; este calor me recordó muchísimo a nuestra casa y me sentí muy cómodo aquí desde el principio», relata el directivo.

En la misma línea, Jean Pascal reconoce que durante estos últimos días en los que ha habido una ligera llovizna, «la Isla me recordó mucho a mi infancia, cuando salía a la calle a bañarme en la lluvia; y también me recuerda a mi tierra algunas costumbres de la gente de aquí, y su amabilidad».

Del Senegal que Savané dejaba atrás para iniciar su carrera profesional en el baloncesto, con respecto al actual ha cambiado positivamente en muchos aspectos:  «Se ha experimentado un gran desarrollo material en infraestructuras, aunque soy muy crítico y pienso que se podía haber hecho algo más por parte de los sucesivos gobiernos, porque la gente lo necesita. Pero por otra parte, se echan en falta muchas costumbres, la educación que se le daba a la gente y ese sentido de comunidad que se tenía antes, al ser menos gente».

POTENCIAL DEPORTIVO

El deporte se ha convertido para muchos jóvenes senegaleses en una salida para fraguarse su futuro, sobre todo «el baloncesto, el fútbol o el voleibol, que están empezando a conocerlo», apunta el jugador del Guaguas. «Hay mucho potencial en todas las modalidades, pero falta que el gobierno invierta más en el deporte, que ayude a los jóvenes a desarrollar su potencial, tanto dentro como fuera del país», reclama Jean Pascal, quien reconoce que para él Savané fue uno de los referentes que le motivaron a apostar por el deporte para labrarse un porvenir: «Desde que era pequeño, el nombre de su familia siempre ha estado presente en mi casa y para mí ha sido un placer tener esta oportunidad de charlar con él por primera vez, siempre ha sido un ídolo para mí; incluso yo empecé jugando al baloncesto y me encantaría poder tener tanto éxito como él en mi carrera profesional en el voleibol», confiesa el central.

«En EEUU compaginé el vóley y el ‘basket’, hasta que llegué a la Universidad», desvela el mandatario del Granca

Curiosamente, el eterno 7 del Granca revelaba que, durante su etapa en el instituto, «jugué al voleibol». «En un principio, estando en Senegal, jugaba al fútbol y al basket, pero cuando fui a Estados Unidos ya no tuve tantas opciones de seguir practicando el fútbol por problema de horarios. Entonces probé con el voleibol, que es un deporte que engancha muy pronto y me quedé; además, durante la segunda temporada fui el jugador que más mejoré del equipo, pero tuve que dejarlo cuando fui a la universidad. Ahí ya decidí quedarme con el baloncesto, pero sigo siendo un mega fan del voleibol», relata Taph.

Para Savané, el potencial que hay en Senegal es enorme cuando se habla de deporte y de capacidad física: «Una de las imágenes típicas de Dakar, cuando cae el sol y vas por la playa, con una arena negra que recuerda a algunas de las de Canarias, éstas se encuentran llenas de gente entrenando al fútbol, que es el deporte número uno allí, o practicando la lucha senegalesa, que es similar a la lucha canaria... Lo que faltan son las infraestructuras y por eso, cuando en un futuro pueda ser candidato a la presidencia del país, prometo meter el 1% del PIB en inversión para el deporte, porque te va a reportar muchos beneficios». 

«Uno de mis proyectos en Senegal es montar una academia multidisciplinar para trabajar con atletas de diferentes disciplinas deportivas, pero sin olvidar los estudios y el resto de profesiones que giran alrededor del deporte (entrenadores, preparadores, fisioterapeutas...)», reconoce el mandatario de baloncesto.

LA MIGRACIÓN ILEGAL Y EL RACISMO

Si hay una voz autorizada en Gran canaria para hablar del problema de la migración, ese es Sitapha Savané. «Es un problema doble. En el origen se deben mejorar las condiciones de vida para que la gente no sienta la obligación de migrar. Por otra parte, en Europa existe una tremenda demanda de mano de obra en muchos sectores y a la vez se está impidiendo que la gente pueda acudir legalmente a cubrir esos puestos-. Eso no tiene otro nombre que racismo, porque no tiene ningún sentido», recalca indignado el presidente del Granca. Recuerda que «para pedir cita para sacar un visado la burocracia es interminable y al final la gente acude a la vía ilegal». «El problema no son las mafias, sino las políticas migratorias que se mantienen hoy en día en Europa», afirma Taph. 

«Hay racismo en todo país que ha sido históricamente una potencia colonial», declara ‘Taph’

¿Hay racismo en España?. Savané lo tiene claro. «La respuesta es si, pero no sólo en España. En cualquier país que haya sido históricamente una potencia colonial imperial es normal que todavía exista el racismo, porque hace 40 años las cosas que se decían de las personas de raza negra o de los sudamericanos no se cambia en dos días», afirma tajantemente el presidente del Granca, quien se siente molesto porque se magnifican los casos que pasan en el deporte: «Me molesta que se hable tanto del caso de Vinicius, porque parece que sólo se habla de esto cuando le pasa a un famoso o a un deportista; el problema es el racismo que encuentra toda persona de piel oscura, que no pueda alquilar un piso o acceder a un puesto de trabajo por su color de piel en 2023 que estamos». 

«Vinicius se va a su casa y no tiene ningún problema, se puede comprar mil casas, mil coches, le dejan entrar en cualquier restaurante e incluso no le dejan pagar; el problema lo tiene la persona negra de a pie; y es una responsabilidad de todos nosotros el acabar con ello, igual que sucede con la violencia machista, como ciudadanos», añade el directivo.

LA MAGIA DEL CID

El presidente del Granca reconoce sin tapujos que el curso pasado, para motivarles, les ponía como ejemplo a sus jugadores la gran temporada del Invictus Guaguas, que no perdió ni un solo partido en la Superliga.

Savané guarda un cariño enorme al Centro Insular de Deportes (CID) -donde se realizó este reportaje-, que es la casa que ha acogido a Jean Pascal esta temporada: «El año pasado me traje a mi hijo a ver un partido del Guaguas, porque quería que viese cuál era la casa de su padre, le he hablado mucho del CID, recuerdo como se llenaba siempre, con la gente pegada a la pista», recuerda con añoranza Taph, al tiempo que afirma que «Jaka Lakovic, nuestro entrenador, nunca ganó aquí con el Barça porque tuvimos una época en la que durante cinco temporadas les vencimos siempre». 

«Tenemos que volver a conseguir vivir aquí esas grandes noches y que siga vivo el CID», apunta Savané. Jean Pascal, que ha padecido en contra ese ambiente, considera que «hay muchos factores que afectan». «Por como empuja la afición no resulta fácil ganar aquí a los rivales, el año pasado con el Melilla no nos dio tiempo a hacer nada, hicimos un viaje tan largo para perder 3-0 y tener que volver al hotel casi nada más llegar», añade.