El Barça CBS, ante un ilusionante reto

La sección femenina vuelve a estar de nuevo en la élite del baloncesto español

El equipo de Isaac Fernández afronta ahora un desafío: pasar del amateurismo al profesionalismo

Las jugadoras del Barça CBS festejaron como es debido el ascenso a la LF Endesa

Las jugadoras del Barça CBS festejaron como es debido el ascenso a la LF Endesa / @FCBbasket_fem

Josep González

Josep González

Más allá de los éxitos y la espectacularidad de los Nikola Mirotic y compañía, las jugadoras del Barça CBS lograron el sábado certificar el ascenso a la Liga Femenina Endesa tras proclamarse, a tres jornadas de la conclusión del torneo, campeonas de la LF Challenge

Se trata de un hito que cobra una dimensión especial en la entidad blaugrana cuando se constata la intrahistoria que subyace detrás de un equipo amateur que, aún lejos de la profesionalización, ha batallado para que el escudo del Barça pueda verse la próxima temporada en la élite del baloncesto femenino español.

Tras el indiscutible éxito y resonancia que la eclosión del Barça femenino de fútbol ha generado en el deporte y en la sociedad, ahora las mujeres del baloncesto azulgrana tienen ante sí un apasionante reto. En el Barça, de las casi 800 deportistas distribuidas en doce secciones solo el fútbol ha sido profesionalizado. El basket, ahora, debe tomar el testigo y hacer realidad un sueño tras años de trabajo.

El nombre del Barça CBS nació en 2009 tras la vinculación del FC Barcelona con el Club Bàsquet Santfeliuenc. El plan diseñado en este acuerdo contempla que el Barça asuma completamente la sección antes de 2026.

El precedente de ver al Barça nos retrotrae a la temporada 2002-03, cuando el club ‘compitió’ en Primera División tras un acuerdo de patrocinio con el Club Bàsquet Universitari. El denominado Universitat de Barcelona-FC Barcelona conquistó aquel año la Liga Femenina y repitió título en la 2004-05. Ambas entidades rompieron la colaboración en 2007 y el UB Barça desapareció.

El salto al profesionalismo

Pasar de la segunda categoría del basket a otra en la que rivalizan el Perfumerías Avenida, el Spar Girona, el Valencia Basket son palabras mayores. Un equipo de la zona media de la Liga Femenina Endesa ronda el medio millón de euros de presupuesto y los clubes que encabezan los primeros puestos se aproximan al millón. El detalle no es nimio. 

El salto cualitativo que debe darse es obvio. Una vez se ha llegado allá arriba, mantenerse no va a ser tarea fácil. Empezando por unas jugadoras que, en su gran mayoría, siguen compaginando los estudios o el trabajo con el baloncesto. Pasar del amateurismo al profesionalismo es, pues, obligado para que la sección pueda emular a sus homónimas del fútbol.

De la mano del técnico Isaac Fernández, las jugadoras que han escrito una página brillante del Barcelona son: Nuria Martínez (base), Kristina Rakovic (ala-pívot), Alejandra Quirante (base), Marta Canella (alero), Lucía Navarro (escolta) -e hija mayor del gran mito y actual director deportivo del baloncesto blaugrana Juan Carlos-, Julia María Rueda (escolta), Deva Bermejo (base), Laia Anducas (escolta), Carolina Guerrero (pívot), Itziar Llobet (alero), Abbie Wolf (pívot), Claudia Calvelo (pívot) y una heroína como Ainhoa López (escolta), que, a sus 24 años y tras ser diagnosticada de un linfoma de Hodgkin e iniciar un tratamiento de quimioterapia, ha tenido que alejarse temporalmente de unas pistas a las que, seguro, volverá.

Y mientras el club diseña cómo afrontar su llegada a la Liga Femenina Endesa, las jugadoras aspiran a dejar atrás el Palau Juan Carlos Navarro, en Sant Feliu de Llobregat, en el que han fabricado el ascenso y proseguir su sueño en el Palau Blaugrana, en el mismo suelo que pisan las estrellas de Saras Jasikevicius y como hacen las cuatro secciones masculinas profesionales.