Las verdades de Nacho Rodríguez desnudan al Barça

"Me arrepiento de haber dejado a Heurtel en Estambul, no. Lo siguiente", admite en una entrevista para 'Jot Down' el exmánager del baloncesto azulgrana.

"Me preguntaba dónde estaba la cámara oculta, si había fichado por el Barça o por un equipo de Liga EBA sin estructura ni nada", admite para 'Jot Down'

Nacho Rodríguez, Albert Soler y Jasikevicius

Nacho Rodríguez, Albert Soler y Jasikevicius / VALENTÍ ENRICH

David Rubio

David Rubio

A finales de marzo de 2017, Nacho Rodríguez regresó al Barça para sustituir a Joan Carles Raventós al frente de la dirección deportiva formando un dúo con otro emblemático exjugador azulgrana como Rodrigo de la Fuente.

El malagueño consiguió reflotar la sección a nivel estructural con importantes decisiones como los fichajes de Nikola Mirotic y Cory Higgins. Bajo su mandato el equipo conquistó una Liga (2020-21 siete años después de la anterior), dos Copas del Rey y una Lliga Catalana, pero se resistió una Euroliga que podría haber caído perfectamente en la temporada 2019-20 de no haber sido por un covid que se cargó la competición a mitad de la fase regular.

Pese a su buen trabajo, el regreso de Joan Laporta a la presidencia derivó en su destitución en abril de 2021 en plena temporada y meses antes de lograr el citado título liguero que corresponde plenamente al andaluz.

Casi tres años después, Nacho Rodríguez ha abordado los aspectos más controvertidos de su etapa al frente de la dirección deportiva en una entrevista del periodista Javier Ortiz para 'Jot Down'. Mirotic, Navarro, Jasikevicius, Bartomeu o Heurtel abandonado en Estambul... Lean, porque hay mensajes para todos.

Thomas Heurtel y Estambul

Por primera vez, el exbase abordó lo sucedido con Heurtel en aquel escandaloso episodio en el que se dejó al jugador en Estambul y no se le permitió regresar con el equipo en un partido en el que no estaba convocado para jugar mientras se buscaba su futuro y engañaba vilmente al club haciéndole creer que ficharía por el Fenerbahçe cuando estaba ultimando su marcha al Real Madrid.

"Hablé con su agente, Misko Raznatovic. Negociamos, porque el jugador quería marcharse y el entrenador no contaba con él. Llegamos a un acuerdo. Y el domingo anterior a jugar en Estambul me dice Misko que Thomas quiere viajar con el equipo. Nosotros íbamos a fichar a Westermann, que estaba en el Fenerbahce y todo el mundo me decía que iba a ir allí. Evidentemente, cuando llegas a un acuerdo no preguntas dónde va a ir el jugador. Nos vamos a Estambul. El chico no entrena y yo pensaba que iba a pasar el reconocimiento médico con el Fenerbahce", explica el andaluz.

Nacho Rodríguez, Albert Soler y Jasikevicius

Nacho Rodríguez, Albert Soler y Jasikevicius / VALENTÍ ENRICH

"El martes por la mañana empieza a llegarme que se iba al Madrid. Nosotros habíamos llegado a un acuerdo de pagarle casi el 90% de su ficha. Llamo al agente y me dice que no lo sabe. «Mira, al Madrid no se puede ir, porque se va gratis y yo no te voy a pagar la fiesta para que se vaya al máximo rival», le dije. Le dejé claro que el documento no se iba a firmar y se lo expliqué al jugador", prosigue el internacional español.

"Tras el partido entré en el vestuario. Saras me dice «oye, Heurtel no viajará con nosotros, ¿no?». Le digo «claro que sí, ¿cómo vamos a dejar en pandemia a un jugador aquí tirado? «No, Nacho, no puede ser. Que se quería ir al Madrid». «Digo, no, no, no, Saras, que no, no podemos mezclar las dos cosas». Me salgo fuera, hablo con gente del club y me dicen que no podíamos dejarlo en Estambul. Cuando vuelvo a entrar está todo el staff, nueve personas. «Oye, Nacho, ¿lo has pensado bien?». Digo: «claro que sí. Y viene con nosotros». Y Saras me responde que no puede ser. «¿Qué opináis todos?», le preguntó a la gente del staff. Y se genera un debate. Todos dijeron uno por uno que no, que «con lo que había hecho» se tenía que quedar en Estambul. «Yo no lo veo, pero estáis de acuerdo los nueve, pues ya está. Pues que se quede aquí, se le saca un billete de avión y se le deja el hotel»", reitera.

"Antes llamé a Albert Soler y me dijo que si lo habíamos decidido entre todos, pues…. Yo comuniqué al jugador que se quedaba… Cuando llegamos a Barcelona estaban esperándonos los de El Chiringuito. Al día siguiente, 23 de diciembre, madrugo para coger el AVE a Madrid y tenía decenas de mensajes. Se hizo una bola increíble. Estoy arrepentido no, lo siguiente. Si me vuelve a pasar, que se queden los nueve allí si quieren, pero a un jugador de tu equipo no se le puede hacer eso. Fue un gravísimo error dejar a Heurtel en Estambul. Puede ponerlo como titular. Pensaba que alguien saldría diciendo que había sido una decisión de club. Convoqué a los jugadores y supieron perfectamente todo esto. Me llamaron varios y me dijeron que no me merecía todo lo que estaba pasando", enfatiza Rodríguez.

El fichaje de Mirotic

Otro tema candente de esa etapa fue la llegada de Nikola Mirotic en un relato que no tiene desperdicio. "Me llama Bartomeu un día y me dice: «Nacho, quiero hablar contigo a solas. ¿Estás en el despacho?». Cuando me encuentro con él, a solas me dice: «¿Qué te parece Mirotic? Lo tengo cerrado. Quiero que el lunes cojas un avión para Boston para firmar el contrato. Te va a llamar su representante, Igor Crespo». Estuve dos días sin dormir, hablé con mi hermano Juanma y le dije que no veía la operación porque era una barbaridad de dinero. A los dos días le pedí al presidente una reunión y le comenté que podía haber un problema de 'fairplay'. Él desconocía que en Euroliga había esa cuestión", afirma.

Nacho Rodríguez, en el Palau con Albert Soler

Nacho Rodríguez, en el Palau con Albert Soler / VALENTI ENRICH

"Yo no veía pagar esa cantidad por un jugador de baloncesto. Era más propio del fútbol. También le dije: «¿tú sabes lo que cobran Mike James y Shane Larkin, los mejor pagados en Europa? Tres millones de euros, muchísimo menos de lo que estamos hablando con Mirotic. Esto es una bomba en el vestuario, una salvajada». Cualquier otro no hubiera dicho nada y habría cogido ese avión para fichar a un gran jugador, pero tenía que ser responsable. Durante varios días solo él y yo sabíamos del fichaje de Niko. Confió mucho en mí", reflexiona.

"A los pocos días se monta una reunión con los máximos responsables y se decide no ficharle. Me hacen caso. Esto fue febrero-marzo. A los tres meses volvemos a hablar con Igor Crespo para el fichaje de Alex Abrines y me dice que le tengo que echar una mano con Niko, que se quiere venir a Europa por temas personales. Le dije que el primer contrato era inasumible y que le haríamos una nueva oferta, pero ajustada al baloncesto europeo. Hablé con Albert Soler y lo que le ofrecimos era algo superior a lo que cobraban Larkin y James, pero nada más. Al día siguiente respondieron diciendo que por un poquito más venía y aceptamos con los ojos cerrados", señala el malagueño.

"El CEO del Barça, Óscar Grau, nos felicitó por la cantidad de millones que le habíamos ahorrado al club respecto a lo que quería firmar el presidente si yo hubiera viajado a Boston en su momento. También sé que la primera opción de Niko era ir al Real Madrid y fue donde lo ofreció su representante, pero no lo quisieron", desvela el canterano del Mayoral Maristas.

Lo destituye Laporta

Nacho Rodríguez recuerda con pesar cómo dejó el Barça en plena temporada: "Soy de los que piensan que igual que te nombran te pueden echar. Oye, pues agradecidísimo de que pensasen en mí. Lo que no me sentó nada bien es que fui el único responsable de sección a quien un veintitantos de abril, sin terminar la temporada, echan de un día para otro. Ni al de fútbol, ni al de fútbol sala, ni al de balonmano".

"Llego de Gran Canaria, donde jugábamos un partido ese día. La noche anterior no ceno con el equipo porque estoy preparando un informe de Euroliga, sobre lo que estábamos haciendo para que lo supiesen los nuevos que habían entrado. Llego de viaje y me convocan para echarme. Me sentí como si hubiese robado algo y me hubieran pillado", admite.

Juan Carlos Navarro

La relación entre Nacho Rodríguez y Juan Carlos Navarro se enturbió mucho en la primera temporada del malagueño en los despachos que coincidió con la última de 'La Bomba' en la pista. "A ver, con Navarro tuvimos diferentes formas de ver su retirada. Él debería un día explicar cómo se retira. Desde el punto de vista deportivo tanto Pesic como los responsables del área deportiva entendíamos que no podría aportar más en la pista y así lo trasladamos a la Junta".

"Él se fue a hablar con el presidente Bartomeu y decidieron entre ellos varias cuestiones. Nunca voy a hablar mal de él. Le tengo un grandísimo respeto como jugador. Le he ayudado mucho porque lo propuse como director de cantera y el contrato de 10 años que firma con el club lo proponemos nosotros. Es verdad que él ayuda en el primer año bajándose el salario, pero se difiere", prosigue.

Nacho Rodríguez, Bartomeu, Navarro y Joan Bladé

Nacho Rodríguez, Bartomeu, Navarro y Joan Bladé / FCB

"En su último año como jugador, que fue mi primer año llevando la sección, él pensaba que tenía que jugar más y no lo llevaba bien. Y no nos comunicamos bien. El Madrid gestionó mucho mejor lo de Felipe Reyes. En su último año Felipe tampoco daba el nivel, pero el club lo gestionó mucho mejor que nosotros. No supimos hacerlo bien", señala.

"Para mí lo más importante de mi paso por el Barcelona vino cuando, a los pocos días de mi destitución, voy a entregar mi teléfono y mi ordenador al club y entre 40 y 50 empleados del Barça me hacen una despedida sorpresa", apunta con orgullo

La sección, un desastre de estructura

Quizá lo más grave es lo que comentó Nacho Rodríguez a 'Jot Down' sobre la estructura del baloncesto blaugrana en esta magistral entrevista de Javier Ortiz, un emblema de la sección de deportes de El Periódico Extremadura: "Las secciones tienen poco personal trabajando directamente, casi todo son departamentos transversales que puedes utilizar. Tuve la suerte de trabajar tres meses como observador y me eché las manos a la cabeza cuando vi el funcionamiento".

"Me preguntaba dónde estaba la cámara oculta, si había fichado por el Barça o por un equipo de Liga EBA sin estructura ni nada. Por ejemplo, había entrenadores del primer equipo que daban clase en la universidad y no venían a los entrenamientos. No había ninguna relación entre la cantera y el primer equipo. El seguimiento de jugadores apenas existía. No había ni una base de datos. Había constantes filtraciones a los medios de comunicación. Y cuando empezamos a reunirnos con las agencias de representación, algunas se sorprendían de que fuésemos a trabajar con ellas porque entonces solo se hablaba con dos o tres", explica con sinceridad.

"Las relaciones con la ACB y con la Euroliga eran de aquella manera. Y había unos convenios con algunos clubs que te llamaban digámoslo suavemente la atención con contraprestaciones a cambio. Empezamos a trabajar y a darle la vuelta al calcetín a la gestión. Para nosotros el primer objetivo era crear una estructura de sección para un equipo serio que pudiese aspirar a cosas y ser respetada por los medios, las agencias, las instituciones, las federaciones, la ACB, la Euroliga. Dimos la vuelta a la gestión de la sección como un calcetín y la actual estructura es completamente heredada de la nuestra."

"Antes de que nos eliminase el Efes en el quinto partido de cuartos de final de la Euroliga, un periodista de Barcelona me felicitó. Le pregunté por qué y me respondió: «Has conseguido en poco tiempo estabilidad en la sección y poner al Barça en el primer nivel. Ahora se podrá ganar o perder, pero solo se habla de resultados. Antes se hablaba de todo menos de eso»", finaliza el emblemático malagueño, campeón de la Euroliga como jugador azulgrana en 2003 en el Palau Sant Jordi.