El último partido de Mirotic

El hispano-montenegrino ha firmado su último partido de azulgrana antes de dejar el club

Con el título de Liga conseguido en el Wizink, Nikola se despide con un palmarés de dos Ligas y dos Copas del Rey

Mirotic se despide del Barça con el título de Liga

Mirotic, en el que podría ser su último partido en el Palau / Javi Ferrándiz

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Se acabó la historia. Nikola Mirotic ha firmado su último encuentro con los colores del Barça en la victoria de los azulgrana en el Wizink, para conseguir así el título de Liga ante el Real Madrid. Es momento de decir adiós, pero con un trofeo bajo el brazo, la despedida sabe mejor...

Los azulgrana firmaron otro encuentro muy serio en Madrid para conseguir, después de caer el año pasado, una Liga perfecta. Con la victoria en el Wizink Center, el Barça logró ganar su segunda competición doméstica en tres años, pudiendo despedir así a Mirotic de la mejor manera. El hispano-montenegrino cierra así, una etapa de luces y sombras con el club azulgrana.

Cuatro títulos desde su llegada

Su etapa en cuanto a galardones no ha sido lo que podía esperarse. Con la llegada de una estrella mundial como es Nikola Mirotic, que estaba asentada en la NBA y cosechando buenos numeros, se pedía sobretodo ganar la Euroliga. El equipo dirigido por Sarunas Jasikevicius ha llegado a tres Final Fours de las tres veces que ha disputado la competición desde el aterrizaje de Mirotic, no obstante, no ha ganado ninguna.

Por lo tanto, considerando que el club fichó al montenegrino con el objetivo claro de ganar en Europa, su etapa en el club ha dejado mucho que desear. Aún así, en sus tres años como culé ha conseguido dos Copas del Rey y dos Ligas de doce títulos nacionales posibles. Así, sigue siendo un registro pobre para lo que podía haber sido pero el sabor cambia habiendo ganado el último título ante el Madrid, y más, con la superioridad con la que se ha hecho.

Mirotic, por lo tanto, cierra su etapa como culé con una victoria incontestable en Madrid con la que ha conseguido acallar todos los abucheos del Wizink. Esto, sumado a la ovación que se llevó en su último partido en el Palau Blaugrana, le sirve para irse por la puerta grande pese a todas las sombras que ha sembrado en su trayectoria como culé.