Sada, el último canterano con mando en plaza

La historia lejana y reciente del FC Barcelona ha estado muy ligada al buen trabajo en las categorías inferiores, con mención especial para el fútbol con Pep Guardiola, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Carles Puyol, Sergio Busquets o el mismísimo Leo Messi. La Masia ha salido siempre al rescate y la mejor prueba de ello son ahora Lamine Yamal, Fermín y los lesionados Gavi y Pedri.

OpiniónDavid Rubio

La 'desplanificación' del Barça de baloncesto

Entre las secciones profesionales, la que mejor sigue esta hoja de ruta es el balonmano, con el Dream Team de Valero Rivera en el que brillaban los 'one club men' como David Barrufet, Xavi O'Callaghan, Óscar Grau o, justo antes, Joan Sagalés (Eugeni Serrano y Enric Masip llegaron del Granollers).

En el fútbol sala, los casos de los metas Dídac Plana y Miquel Feixas más Sergio González destacan en una sección en la que brillaron Jordi Torras, Joan Linares, su hermano Andreu y Marc Tolrà. En el hockey patines, sobresale la figura de Aitor Egurrola pese a que empezó en Castelldefels y en Horta, con Xavi Barroso y Sergi Llorca como actuales canteranos.

¿Y en el baloncesto? Tras una época gloriosa con un Pau Gasol que duraría poco en el Palau y sobre todo con el 'genio' Juan Carlos Navarro que conquistó dos Euroligas y se destapó como uno de los mejores tiradores de la historia del baloncesto español, la cantera es casi nula para el primer equipo.

De hecho, el último jugador formado en el club que tuvo una trayectoria importante en el primer equipo es Víctor Sada, quien ha resistido a la destitución de Roger Grimau e integrará el cuerpo técnico de Joan Peñarroya, al que se unirá un currante extraordinario como Rafa Martínez.

Sada debutó en la primera etapa de Svetislav Pesic en el equipo el 16 de octubre de 2003 y en 2006 se marchó al Akasvayu Girona junto a Marc Gasol. El pívot se fue en 2008 a los Grizzlies y el base regresó al Barça para disputar seis temporadas y colaborar a la conquista de la segunda y última Euroliga. En 2016 fichó por el MoraBanc Andorra y colgó las zapatillas en 2018 tras dos cursos en el Barça B.

¿Cómo es posible que desde 2003 no haya salido ni un solo canterano que haya tenido continuidad? La lista es tan larga como para echarse a temblar: César Bravo, Remon van der Hare, Aleix Prat, Ramon Espuña, Albert Moncasi, Marc Fernández, Xavi Rabadesa, Alex Hernández, Nihad Djedovic, Xavi Rey, Iván Garcia, Ángel Aparicio, Josep Pérez, Joan Creus Custodio, Marcus Eriksson, Papa Mbaye, Mario Hezonja, Ludde Hakanson, Eric Vila, Stefan Peno, Mousa Diagné, Wesley Sena, Marc García, Aleix Font, Rodions Kurucs, Sergi Martínez, Lea Bolmaro, Brancou Badio, Ibou Badji, Michael Caicedo, James Nnaji, Rafa Villar, Gael Bonilla, Juan Villar, Agustín Ubal, Dame Sarr y Kasparas Jakucionis.

Unos porque se marcharon, otros porque no daban el nivel y otros que siguen en la órbita del club como Rafa Villar y Juani Marcos o dentro del club en principio como Nnaji o Sarr. El caso es que en esa extensísima serie de canteranos ninguno se ha asentado en el primer equipo o ni siquiera ha llegado a formar parte de la plantilla.

Y eso que el trabajo que se está realizando es notable y los 'scoutings' están funcionando con talentos como Sarr o Jakucionis, pero es una realidad que se repite en casi todos los 'grandes' de la ACB. Entre los equipos semifinalistas de la pasada Liga Endesa, ¿cuántos canteranos eran importantes?

Pues... Alberto Díaz en Unicaja y, en menor medida, Eli Ndiaye en el Madrid. Y en cuanto al flamante campeón de la Euroliga, el Panathinaikos griego tiene cero jugadores formados en la estructura del club. Eso sí, dicen que mal de otros...