Tesla quiere construir una fábrica en China para dominar su mercado

China, igual que países como Holanda o Francia ya han hecho, está trabajando para encontrar una fecha y un modo que permita prohibir la venta de coches diésel y gasolina. Sin embargo, pese a que cualquier país que prohiba la combustión interna es un mercado potencialmente enorme para las firmas de coches eléctricos, China merce una mención especial, pues sus más de mil millones de habitantes lo convierten en el mercado más grande del mundo. Si, además, el gobierno prevé que las ventas de coches eléctricos suban a siete millones anuales a partir de 2025, el país se vuelve más atractivo aún.

De hecho, China ya es el país con más vehículos eléctricos del mundo. En 2016, más del 40% de todos los coches eléctricos del mundo fueron vendidos en el país asiático. Además, estadísticamente, ya hay 200 millones de bicis y motos eléctricas, entre tres y cuatro millones de coches eléctricos de poca potencia y más de 300.000 autobuses eléctricos. 

El problema de Tesla es su mala posición en un mercado tan suculento. La firma de Elon Musk lleva establecida en China desde 2014, pero su cuota de mercado no deja de ser bastante residual, un 2% de los coches eléctricos. Es por eso que, desde el pasasdo junio, la marca estadounidense negocia con el gobierno de Shanghái para poder hacer una fábrica que destinar a la producción de coches y otros productos especialmente destinados para el mercado chino.

¿HAY TRATO?

En junio, portavoces de Tesla anunciaron que su intención era tener un trato cerrado para finales de año. Sin embargo, el pasado domingo día 22, el Wall Street Journal publicó que la marca de eléctricos ya había alcanzado un acuerdo para abrir su nueva factoría. Sin embargo, preguntada por medios especializados, la firma de Elon Musk rechazó comentar la publicación del rotativo norteamericano y se refirió a un comunicado emitido en junio en el que se habla de negociaciones y de intenciones y no menciona ningún acuerdo cerrado. Sin embargo, el portavoz de Tesla sí dijo que "el país siempre da la bienvenida a la inversión extranjera, especialmente en la alta tecnología, en el ahorro de energía y en la protección del medio ambiente".

Tesla afirmó que, contando con una gran factoría en Shanghái, el precio de los coches podría rebajarse hasta en un tercio gracias a la eliminación de costes de producción y transporte. Sin embargo, se seguiría aplicando sobre sus vehículos el impuesto de importación, que es del 25% en China. Aun así, la marca norteamericana seguiría queriendo su fábrica en el gigante asiático por la inminente llegada de nuevas medidas del gobierno chino en favor de los coches eléctricos, que ayudarían a mejorar su cuota de mercado en el país.

Otro motivo para establecer una nueva fábrica en China es el empuje de producción que supondría. En esta línea se está moviendo Tesla durante los últimos años, pues solucionar problemas en la producción de vehículos es siempre su prioridad. Su último coche, el Model 3, está siendo noticia desde su lanzamiento por culpa de la incapacidad de la marca de satisfacer toda la demanda que recibe. Aun así, Elon Musk se atrevió a decir que las entregas del Model 3 crecerán hasta situarse en 500.000 unidades al año. Un objetivo tan ambicioso precisa de todos los medios posibles para ser realidad.