BENTLEY CONTINENTAL GT SPEED

Estilo de vida

Probamos la versión potenciada del buque insignia de la firma inglesa con 635 CV.

frontal

frontal / motor

Mucho ha llovido desde que Walter Owen Bentley fundara su fábrica de automóviles en 1919 pero poco ha cambiado el ADN de estos modelos ingleses, que desprenden lujo y pompa por cada poro de su sinuosa carrocería. La evolución tecnológica y mecánica de la marca, ahora del Grupo Volkswagen, la sitúa con un nivel de ventas que superan, por tercer año consecutivo, los 10.000 vehículos matriculados. Su buque insignia, el Bentley Continental ha sido potenciado para ofrecer el modelo de producción más potente hasta ahora, el GT Speed de 635 CV que pusimos a prueba. Curiosamente quedó desbancado ese mismo día con la presentación del Continental Supersports, de 710 CV.

Modelos así no se prueban a menudo por eso nuestra sonrisa al llegar al concesionario Cars Gallery de Barcelona, en el que podrás adquirir una de estas piezas de lujo sobre ruedas. El Bentley Continental GT Speed que salió de su garaje lucía un verde denominado Alpine Green (4.285 €) y que lo identifica claramente como coche inglés. Eso sí, entrando en su página de configuración las posibilidades de personalización exterior e interior parecen infinitas. Las llantas de 21 pulgadas denominadas Sports Directional Dark Tint (3.425 €) confieren deportividad y robustez a un diseño basado en líneas curvas y redondeadas. En cuanto a evolución respecto a su última actualización hay más bien poca, centrada en resaltar su lado racing con un labio más afilado, una parrilla más grande en el frontal y las entradas de aire ensanchadas. Como detalle cuenta con un nuevo cromado por encima de las ruedas delanteras con una B que parece desplazarse hacia delante.

Tras recorrer con la vista, y el tacto, su figura de 4,81 metros de largo, una distancia entre ejes de 2,74 y 1,39 de altura, pasamos al interior donde el lujo se inspira en la sencillez, los materiales nobles y el buen gusto. Pese a ser un Gran Turismo la agresividad se reduce al cordado de la piel Beluga del mismo color que el exterior, limpio pero clave para aportar ese toque deportivo. La amplitud de las plazas delanteras no se comparte en las traseras ya que se trata de un 2+2, espacioso pero insuficiente para alguien de 1,80 metros. Como era de esperar el arsenal tecnológico no deja lugar a dudas; el confort es la máxima en este GT Speed pero sin perder un ápice de diversión durante la conducción. Asientos calefactables, refrigerados, con masaje y memoria. Vamos, no les falta nada ni siquiera una buena posición de conducción.

Su equipamiento conserva detalles clásicos como el reloj analógico con las últimas tecnologías como la cámara de visión trasera, navegador, conectividad y arranque sin llave. Por sacarle algo la botonería del volante no tiene un acceso ágil debido a su diseño, el modo de sincronizar el teléfono (355 €), sólo mediante estos botones, no permite el acceso del copiloto y el navegador parece anticuado. El maletero tampoco es su gran baza con 358 litros de capacidad.

PURA RAZA

Su denominación GT Speed se debe al bloque de 6 litros W12 Twin-turbocharged que se ha potenciado 10 caballos hasta los 635 CV y tiene un par máximo de 820 Nm entre las 2.500 y 5.000 rpm revoluciones por minuto. Datos de escándalo que unidos a su tracción integral con distribución de par variable y una veloz caja de cambios automática de ocho velocidades empujan sus 2.320 kilos como si fueran a hacer saltar el asfalto. Por razones obvias no pudimos comprobar su velocidad máxima de 331 kilómetros por hora pero de camino a Cadaqués exprimimos al máximo su chasis y, sobre todo, su sistema de frenos carbocerámicos (10.825 €).

Lejos de conformarse con el adjetivo de lujoso este Bentley Continental GT Speed se mostró veloz pero no desmadrado. Su elástico propulsor emitía un sonido ronco a medida que subía revoluciones y marcaba un ritmo ágil pero sobre seguro. Pese a sus casi 3 toneladas nos sorprendió su dinamismo en curva y lo fácil que fue conducirlo gracias a una respuesta sincera del pedal del acelerador, el freno y la dirección, dura y directa. En vías rápidas es complicado no saltarse los límites. Es realmente cómodo y su aislamiento es tal que a 120 km/h parece que ni te muevas. Es entonces cuando miramos el consumo medio: 16,8 litros a los cien. Menos de lo esperado.

El Bentley Continental GT Speed es más que un coche, es un estilo de vida. El precio por ese día a día sobrepasa los 300.000 euros.