España, banco de pruebas del coche autónomo

Prototipo Nissan Autonomus

El Nissan Autonomus podría rodar en España. / periodico

XAVIER PÉREZ / Barcelona

La Dirección General de Tráfico acaba de abrir las puertas al futuro del coche autónomo con la publicación de un marco normativo de ámbito nacional estable que permitirá realizar las pruebas o ensayos con este tipo de vehículos en vías abiertas al tráfico. De este modo, los fabricantes, que en su gran mayoría ya apuestan por tecnologías ligadas a la conducción autónoma, podrán tener en las carreteras españolas un excelente campo de pruebas.

La actual normativa ya permitía realizar test de vehículos, pero necesitaba incorporar el marco legal específico para avanzar en el terreno de la conducción plenamente automatizada. Según la definición establecida por la DGT "un vehículo autónomo es todo aquel que dispone de capacidad motriz y está equipado con tecnología que permita su manejo o conducción sin precisar la forma activa de control o supervisión de un conductor, tanto si dicha tecnología autónoma estuviera activada o desactivada de forma temporal o permanente".

Con esta norma podrán solicitar la autorización para realizar pruebas en carreteras y vías urbanas e interurbanas todos los fabricantes de vehículos autónomos, sus carroceros y los laboratorios oficiales, así como los fabricantes e instaladores de la tecnología que permita al vehículo plena autonomía, las universidades y los consorcios que participen en proyectos de investigación.

La DGT asume así el compromiso para el desarrollo tecnológico en el campo del automóvil, una apuesta cuyo objetivo primordial es reducir la tasa de mortalidad en la carretera, la reducción de los accidentes de tráfico, la reducción de las retenciones y la mejora de la movilidad a nivel global. Marcas como Audi, Volvo, Nissan, Peugeot, Citroën, Toyota, Lexus, Mitsubishi, Suzuki, BMW y Mercedes-Benz ya están trabajando a fondo con estas tecnologías de vehículo autónomo y no sería de extrañar que en poco tiempo ya aprovecharan esta nueva normativa de la DGT para usar las carreteras españolas como campo de experimentación.