Los retos del Atlético de Madrid para la próxima temporada

Se ha ganado unas merecidas vacaciones todo el Atlético de Madrid, con la consecución del título de liga como colofón a su notable temporada. Con altibajos, como casi todos los equipos en una de las campañas más difíciles que se recuerda en años por todas las complicaciones derivadas de la pandemia, en las oficinas del Wanda Metropolitano miran de reojo a la próxima temporada. Aún queda todo el verano por delante y su presidente, Enrique Cerezo, ya anunció que sería “un Atleti de continuidad”, pero existen unos objetivos que ya puestos negro sobre blanco.

Para ello es impepinable no repetir los errores del pasado como la desbandada tras conseguir la liga 13/14 en la que se fueron piezas clave; Diego Costa, Filipe Luis, Villa, Alderweireld, Diego o Adrián. De momento ya se ha asegurado que seguirá Luis Suárez, vital con sus 21 goles en liga. “Sí, sí, claro”, respondió sobre si cumpliría el segundo año de contrato que firmó.

El charrúa tenía una cláusula liberatoria en 2021 pero no la ejercerá. Otros futbolistas como Giménez y Joao Félix, en un segundo plano este curso, también manifestaron su voluntad de seguir. Menos se mojó sobre su futuro Simeone, cuyo vínculo expira en 2022 aunque no peligra su undécimo año seguido en el banquillo rojiblanco

Marcos Llorente tiene contrato por tres años más pero se ha ganado a pulso una mejora y el Atleti tiene la intención de blindar a uno de sus mayores activos hoy en día. Con el dinero que quede en caja se buscará un lateral/carrilero izquierdo de perfil distinto a Lodi, un mediocentro y sobre todo un ‘9’ que dé descanso a Luis Suárez, pues los cedidos Torreira y Dembélé no seguirán. Quizás algunos colchoneros que han estado en préstamo como Manu Sánchez o Santiago Arias pueden ganarse un sitio.

La intención final no será otra que la de elaborar una plantilla aún más competitiva que aspire a defender la corona en el campeonato doméstico así como mejorar la imagen dejada en la Copa y en la Champions. El Cornellà apeó a los del Cholo en el torneo del KO un año después del desastre vivido ante la Cultural Leonesa mientras que en la máxima competición continental las últimas decepciones –que no fracasos- deben valer como acicate para aumentar el techo colchonero, alcanzado con las dos finales de infausto recuerdo en Lisboa y Milán.