Simeone, a seguir agrandando su leyenda en los banquillos

Desde aquel 19 de noviembre de 2024, donde se despedía de la afición rojiblanca después de cuatro temporadas como jugador, Diego Pablo Simeone sabía que aquello era un 'hasta pronto'.

"Éramos el mejor equipo del mundo hasta que apareció Simeone"

El argentino ya era considerado como una leyenda por su trayectoria sobre el césped, pero desde que llegó al banquillo del Estadio Vicente Calderón empezó a agrandar su figura desde la línea que lo separa.

El Atlético de Madrid anunció un 23 de diciembre de 2011, en plena crisis deportiva, la vuelta del Cholo tras ser vapuleados por un equipo de Segunda B (Albacete) en la Copa del Rey.

Gregorio Manzano no cumplió con las expectativas que había dejado Quique Sánchez Flores tras un paso efímero pero exitoso, consiguiendo dos títulos europeos al frente del equipo (Europa League y Supercopa de Europa). El jienense estaba haciendo todo lo contrario, puesto que acercó al club hacia los puestos de descenso, viviendo en aquellos momentos una situación crítica.

En aquel momento el presidente, Enrique Cerezo, consideró que el argentino era "la mejor elección", añadiendo que no había contactado "con ningún otro entrenador". A partir de ahí fue cuando se dio el punto de inflexión de una entidad que, con el paso del tiempo, pudo empezar a codearse con los grandes clubes de Europa y, por momentos, ser uno más de ellos.

Una Europa League que pronosticaba un buen futuro

En su primera temporada al frente del Atlético de Madrid revalidó el título obtenido por el último entrenador que fue capaz de tocar metal en el club. El conjunto rojiblanco consiguió vencer al Athletic por 3-0 en Bucarest, con una actuación memorable de Radamel Falcao. Este trofeo presagiaba que había equipo para soñar por grandes cosas en el futuro. Es más, no tardaría en llegar otro título europeo, ya que meses después derrotarían 4-1 al Chelsea (reciente campeón de la Champions League) en la Supercopa de Europa.

La Copa del Rey que cambió la percepción madridista

La siguiente temporada se seguirían cosechando títulos, concretamente la décima Copa del Rey. Un trofeo que tuvo más valor por hacerlo contra el eterno rival y además en su propio estadio. El Real Madrid, que parecía una bestia negra en el historial de los derbis, fue derrotado en la prórroga tras un gol de João Miranda.

Más allá del título, aquel curso empezó a verse una regularidad no solo en cuanto a juego, sino también en resultados, alcanzado de esta forma el tercer puesto en La Liga y por ende la clasificación a la máxima competición europea.

La temporada donde se hizo un hueco entre los grandes

La siguiente temporada fue la recogida de todos aquellos frutos que se habían ido sembrando. El Cholo Simeone metió al Atlético de Madrid en la lucha por las ligas, consiguiendo ese mismo curso una hazaña histórica en el Camp Nou, ya que Barça y Real Madrid parecían inalcanzables en aquella época.

La Liga pudo ir acompañada de una Champions League que se desvaneció en el minuto 93, donde Sergio Ramos forzó una prórroga que acabaría dejando sin vida al conjunto rojiblanco. Sin embargo, la sensación era que esa etapa exitosa no había hecho más que empezar.

La consagración sin premio

Después de Lisboa llegó Milán en 2016, donde se volvieron a ver las caras ambos equipos madrileños. Aquella vez fue la tanda de penaltis quien privó al Atlético de Madrid de levantar su primera orejona. El Cholo Simeone, en la posterior rueda de prensa, pareció dar por concluida una etapa que finalmente siguió trayendo éxitos, pero en esta ocasión con distintas aspiraciones.

Europa acabó premiando, aunque en menor medida

Después de una fase de grupos calamitosa en Champions, Diego Pablo Simeone tuvo que conformarse con la Europa League. Lo que parecía un título menor, después de vencer en la final al Olympique de Marsella, terminó siendo la mini venganza europea contra el Real Madrid (en España ya lo hicieron con la Supercopa), debido a que le pudieron ganar posteriormente la Supercopa de Europa al Real Madrid.

Otra liga para explicar que nada es casualidad

La Liga de 2021 es el último gran trofeo que ha obtenido como entrenador. El título estuvo discutido hasta la última jornada, pero aquel Atlético de Madrid rozó la excelencia en muchos aspectos. Desde que llegó al club hasta ese momento, habían cambiado muchas cosas. El Cholo Simeone pasó de dar una imagen de equipo más defensivo a ofensivo, dando pie a una nueva versión que intenta mantener hasta la fecha.

El entrenador más laureado de la historia del Atlético de Madrid, después de haber superado a Luis Aragonés, tiene la posibilidad de seguir agrandando su leyenda con esta renovación. Los ocho títulos lo han colocado como el entrenador más relevante que ha habido en el banquillo colchonero. Quizás, independientemente de que sume uno más o menos, la Champions League sea lo único que pueda cambiar y ampliar, positivamente, la percepción de su legado.