Vinicius se acostumbra a un 2024 irregular

El brasileño del Real Madrid se ha apagado ante Leipzig y Rayo Vallecano después de su exhibición ante el Girona. No es la primera vez que le ocurre este año.

Vinicius Jr, durante el partido del Real Madrid contra el Rayo Vallecano

Vinicius Jr, durante el partido del Real Madrid contra el Rayo Vallecano / AP

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Vinicius Junior atraviesa una temporada llamativa. Irregular en la excelencia de un jugador llamado a altas cotas en el Real Madrid. Algunas ya las ha conseguido. Su temporada 2021-2022, gol incluido en la final de la 14ª es ya Historia (con H mayúscula) merengue. Pero en la actual campaña Vinicius no está como le gustaría. A veces excelso. Otras veces perdido. El término medio no forma de un vocabulario en el que el brasileño combina términos como sublime, increíble o brillante con inoperante, desaparecido o irritado. Son precisamente estas últimas desapariciones las que dejan espacio a dudas en el Real Madrid.

Valga en descarga de Vinicius que esta temporada ha tenido que afrontar una seria lesión que, desde noviembre hasta enero, lo ha tenido fuera de los terrenos de juego justo cuando enfilaba un rol de importancia creciente. Una dolencia de este tipo, con una baja de dos meses, nunca llega en buen momento. Lo llamativo de todo es que, en su regresar, el ‘7’ merengue combina duelos brillantísimos con otros en los que parece que ni está… ni se le espera.

De la exhibición ante el Girona…

Sucedió frente al Girona, por ejemplo. En el Santiago Bernabéu, Vinicius se puso en modo ‘Balón de Oro’. Primero, dejando al aire las vergüenzas de Yan Couto, lateral derecho también brasileño del Girona y una de las revelaciones del campeonato. Al lado de Vinicius, parecía un juvenil que acabó desesperado y llorando (literal) sobre el verde del Bernabéu.

Una desesperación que Vini hizo palpable en varias jugadas. Desde su golazo para el 1-0, hasta el pase magistral del 2-0 a Bellingham, pasando por el jugadón con el que dejó sentado en la línea de cal al mismo Couto para regalarle de nuevo al inglés su segundo de la noche. De hecho, ese partidazo y ese triunfo merengue fue el que dejó, en las apuestas de fútbol Betfair, encarrilado el título para el Real Madrid, con una probabilidad implícita del 93,45%.

… al Vinicius apagado de Leipzig y Vallecas

Tras aquello, el madridismo se frotaba las manos esperando ver a un Vinicius desatado para los siguientes encuentros. Pero allá donde ante los catalanes fue un torbellino, frente a Leipzig y Rayo Vallecano, el atacante merengue se desesperó y acabó perdido y sin apenas incidencia en el juego. En Alemania tuvo que ser Brahim el que, gran acción mediante, desatascara al Real Madrid. Vinicius no solo no tuvo peso ofensivo, sino que acabó cayendo en una de sus habituales acciones polémicas, cuando vio una amarilla a la salida de un córner por no guardar la distancia. Una ‘chiquillada’ que podría constarle algún partido de sanción si más adelante ve más tarjetas que le cuesten un castigo por acumular amonestaciones.

Ante el Rayo Vallecano sucedió más de lo mismo. En un campo pequeño y con la grada encima, el atacante, líder ofensivo del Real Madrid sin Rodrygo o Bellingham sobre el césped, se le vio de nuevo en una versión perdida y apenas similar a la de otros partidos recientes. Como si el que jugara sobre el césped de la Avenida del Payaso Fofó fuera un clon, pero no el original. Raro.

Irregular en 2024

Así, raro, se ha comportado desde que volvió de su lesión. A veces sublime. Otras, inoperante. Sus dos primeros partidos tras la lesión, por ejemplo, ante Mallorca y Atlético de Madrid en la Supercopa fueron de perfil bajo. Mucho intentar, poco conseguir. Luego llegó su exhibición ante el FC Barcelona en la final de la misma Supercopa en la que se marcó un hat-trick y volvió loco a Araujo, que hasta ahora había sido su ‘criptonita’. Tras aquellos, Vinicius volvió a mostrar una versión irregular ante el Atlético en Copa, se salió ante Almería y Las Palmas, regaló una asistencia en Getafe antes del recital de Girona… y vuelta a no ser un crack en Leipzig y Vallecas.

Una irregularidad que, con todo, no le deja de colocar en posición de privilegio como referente merengue, todo de un proceso de reformulación como futbolista en lo táctico (ahora ataca más por dentro, menos como extremo) y en lo personal, con Ancelotti tratando de que se centre más en jugar y menos en polémicas extradeportivas. De cómo asimile todo esto dependerá saber cuál de los dos Vinicius prevalece más, si el de los grandes momentos o el de las ocasiones desaprovechadas.