Thiago, el regreso de un talento gafado

El medio campista hispano – brasileño del Liverpool jugó ante el Arsenal sus primeros cinco minutos después de casi un año de baja por problemas de cadera.

Thiago, saliendo del campo en un partido

Thiago, saliendo del campo en un partido / EFE

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Fueron apenas cinco minutos. Y en un momento muy complicado. Ante un rival duro. Poco le importó. Cuando Thiago Alcantara salió al césped del Emirates Stadium ante el Arsenal (el partido ya iba 2-1 para los gunners) su gesto destilaba cierto alivio. Normal si se observan las circunstancias de una vuelta ansiada. La enésima. El mediocampista hispano brasileño de los reds llevaba sin comparecer sobre un terreno de juego desde el 26 de abril, cuando sufrió una lesión de cadera que le ha impedido participar en un total de 41 partidos con los rede. Un total de 281 días de baja que representan su segundo periodo de lesión más amplio… pero no el único.

El mediocampista ex internacional con España es seguramente uno de los talentos más grandes que ha dado el siglo XXI en el fútbol patrio… pero seguramente también uno de los más gafados por problemas físicos que, ahora, a sus 32 años (serán 33 en abril) amenazan con devolverlo a un fútbol de segundo nivel. Un escenario que jamás se imaginó cuando eclosionó en la cantera del FC Barcelona para ser el próximo Xavi o el próximo Iniesta. Lo rozó, pero jamás lo consiguió. Precisamente por culpas de las lesiones.

Baja durante 341 partidos

La primera seria que se le conoce la tuvo en 2009, cuando apenas inició la temporada se quedó fuera 59 días por culpa de un problema de rodilla. Desde entonces, esa articulación ha sido la que más problemas le ha dado. En total ha tenido 39 lesiones contabilizadas a lo largo de toda su carrera y de ellas, siete, (casi el 20%) han sido en la rodilla. En dos ocasiones sufrió rotura del ligamento interno de la rodilla. Dos lesiones casi consecutivas (en verdad una fue recaída de la otra) que lo tuvieron alejado de los terrenos de juego durante 298 días. Al borde, de nuevo del año.

El problema es que a Thiago le ha pasado de todo: desde gripes (algo normal) hasta el COVID, pasando por problemas de rodilla, golpes, y la última lesión, un problema de cadera que lo cortó sin opción alguna para participar en el Mundial de Qatar y que ahora pone en duda su renovación con el Liverpool. Con los reds, segundos favoritos en las apuestas de Betfair a ganar la Premier con una probabilidad implícita del 28%, tiene contrato hasta final de la actual temporada.

Parece difícil que vaya a continuar visto estos problemas de continuidad que le han tenido de baja 557 días. Casi dos años de los cuatro que firmó con su actual equipo. En total, entre partidos con el Barça, el Bayern, el Liverpool y la selección Thiago se ha perdido 341 partidos, más de la mitad de los 529 que ha disputado como profesional.

La esperanza del Barça y de España

Este rosario de lesiones, trayectoria inaudita de problemas físicos, contrasta con la enorme esperanza que la irrupción de Thiago provocó en todos los equipos en los que ha competido. Con el FC Barcelona, cuando emergió, se le veía como un talento capaz de relevar a la medular formada por Xavi, Iniesta y Busquets. De hecho, en algunas temporadas fue cogiendo un protagonismo cercano al de los dos primeros.

Pero una cláusula de contrato y apenas un puñado de minutos sin jugar rebajaron su cláusula de rescisión hasta los 25 millones de euros, una cuantía demasiado apetecible para un gigante como el Bayern que lo incorporó como pieza clave y que, de la mano de Guardiola trató de darle el rol de estrella de la medular. Lo mismo le sucedió cuando en 2020 hizo las maletas rumbo al Liverpool, que pagó 22 millones de euros por él. Pero cada peldaño de ilusión se fue truncando fruto de estos problemas físicos que le han hecho tener roles siempre limitados, nunca protagonistas.

España pagó indirectamente estos problemas porque lo fueron apartando de la Roja en momentos clave en los que podría haber aportado mucho. Clave fue su ausencia en la Euro 2012 y el Mundial de 2014. Después, estuvo en la Euro 16, el Mundial 18 y de nuevo la Euro 20, pero sin ser el futbolista que todos preveían, aquel que en al Euro sub 21 de 2013 fue nombrado mejor jugador.

Ahora su futuro vuelve a estar en manos de lo que diga su estado físico y aunque apunte a cotas menores, tendrá en la continuidad uno de sus mayores objetivos. Para Thiago ya sólo jugar es la mejor de las noticias.