Stuani, el último romántico del gol que rechazó ser recambio de Fernando Torres

El uruguayo del Girona fue tanteado por el Atlético para reemplazar a ‘El Niño’ en 2018, pero él decidió quedarse en Montilivi incluso en Segunda División.

Ahora el dinero de Arabia Saudí vuelve a llamar a su puerta y está por ver si aceptará o si mantendrá su decisión de quedarse en el equipo catalán.

Es el octavo jugador con más edad en haber disputado esta temporada y el de mayor edad en marcar. El récord de LaLiga lo tiene Donato: marcó con 40 años.

Celta - Girona | El gol de Cristhian Stuani

Celta - Girona | El gol de Cristhian Stuani / EFE

Betfair

Betfair

Cristhian Ricardo Stuani Curbelo es leyenda. El gol hecho carne en la piel de un uruguayo peculiar que, a sus 36 años (hará 37 el 10 de octubre) sigue regando de pólvora allá por donde va. Sus registros oficiales con clubes lo sitúan en el entorno de las 200 dianas en una cuenta sin fin que, desde 2017, no ha bajado de las 10 dianas por campeonato.

En los últimos siete ha jugado en el Girona convertido en rara avis del fútbol mundial. Porque con los catalanes ha decidido embarcarse más allá de la categoría en la que estuviera jugando. Se estrenó en Montilivi en la máxima categoría y pese al descenso de 2019, él decidió seguir compitiendo con la elástica rojiblanca de un conjunto al que ha defendido tres cursos en Segunda hasta devolverlo a Primera.

Y, de nuevo en la élite, sigue siendo esa fuente inagotable fuente de puntería. En el actual curso ya suma dos tantos. Nada lo frena. Tanto es así, que incluso en los pronósticos de Betfair se contempla la posibilidad de que sea máximo goleador de campeonato. Es complicado, claro. De ahí su cuota: 51.0. Pero visto que la temporada pasada Lewandowski (23 dianas) fue uno de los registro más bajos del siglo XXI en LaLiga, nada es imposible. El polaco sigue siendo el máximo favorito en Betfair a reeditar el galardón de ‘Pichichi’ con una cuota de 1.53.

Stuani, ¿a Arabia Saudí?

Veremos si estos goles de Stuani son de los últimos que haga con el Girona. Arabia Saudí está llamando a su puerta y el jugador anda pensándoselo. En cualquier otro caso, seguramente los rumores se afrontarían como crónica de una salida anunciada. Pocos son los que están resistiendo a los cantos de sirena de los petrodólares. Pero Stuani es caso diferente. Él ya estado ahí. En una situación parecida. Y decidió seguir en Girona porque ahí es feliz.

En 2018, el Atlético de Madrid llamó a su puerta para ser reemplazo de Fernando Torres. Entonces venía de hacer una magnífica temporada con el Girona. Tenía 31 años y había marcado 20 goles entre todas las competiciones. Parecía una operación en la que todos ganaban. El Atlético se hacía con un buen delantero deseo del Cholo, el jugador se embarcaba en uno de los más grandes de Europa y el Girona recibía un buen pellizco. Pero Stuani se negó. Quería seguir en Girona.

También quiso seguir cuando otros clubes de Primera lo tantearon tras el descenso catalán. Llamativo. Tanto como su facilidad para batir récords con una edad avanzada. Sus 36 años, 10 meses y 8 días (la edad que tenía en su último partido) lo convierten en el cuarto jugador más veterano en estrenarse en este curso.

A por el récord de Donato

Por delante, sólo Negredo, Albiol, Modric, Navas, Falcao, Raúl García y Guardado. Stuani, frente a todos ellos, tiene una ventaja: él sí ha visto puerta. Los otros, no. Por eso el uruguayo, ex también en LaLiga de Albacete, Levante, Racing y, sobre todo, Espanyol (tres temporadas de perico), es caso particular que, de empecinarse, podría incluso aspirar a un récord complicado, pero no imposible. Ser el jugador más veterano de la historia de la competición en hacer un gol.

Esa marca la ostenta Donato, hispano-brasileño ex del Atlético de Madrid y el Deportivo de la Coruña que marcó su último tanto en Primera con 40 años. Aquel tanto se lo marcó al Valencia en mayo de 2003. Para aspirar a este récord, Stuani tendría que jugar otras tres temporadas más (además de la actual) en LaLiga. No suena a machada imposible viendo la voracidad competitiva de un jugador diferente, que rechazó ser el heredero de Fernando Torres por la felicidad de seguir siendo leyenda en el Girona.