El Sevilla, García Pimienta y una frontera peligrosa

El entrenador catalán llega a Sevilla en medio de un intenso debate sobre a qué debe aspirar el equipo el curso que viene, si a la zona alta o a salvarse

Buena parte de lo que pueda lograr el cuadro andaluz dependerá de una plantilla que deberá aspirar a fichar barato, rendir bien y luego vender caro

García Pimienta, nuevo entrenador del Sevilla FC

El Sevilla FC hizo oficial el fichaje de García Pimienta / PERFORM

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El Sevilla tiene nuevo entrenador. Sin sorpresas en el horizonte hispalense. Porque desde hacía semanas se sabía casi cual secreto a voces que García Pimienta sería el técnico de los andaluces. El catalán revelará a Quique Sánchez Flores en un banquillo ardiendo para una institución en plena transformación, casi siempre entre convulsiones y sobre saltos.

Desde 2022, el equipo ha tenido cinco entrenadores. A saber: Lopetegui (el último que resistió un curso completo en el Pizjuán), Sampaoli, Mendilibar, Diego Alonso y el mismo Quique. Repóquer para lidiar con dos cursos al borde del descenso. Un riesgo elevado para un siete veces campeón de la Europa League que precisamente tapó sus vergüenzas con la séptima copa que levantó Mendilibar.

Ahora el debate inunda una institución que no sabe bien si aspirar al retorno de los laureles pasados o debe poner pies en tierra para pensar, primero en la salvación, y después en cotas mayores. Por de pronto, en las apuestas de Betfair colocan a los hispalenses más en el grupo de cabeza para la próxima temporada que en el de cola. Aparecen como 9º candidato al título (rondando puestos europeos) con una probabilidad implícita del 0,9%.

Ventas y rendimiento

Ocurre que no se trata de un debate baladí. A los andaluces les va la vida en ello. La económica, se entiende. Quién sabe si también la deportiva. No jugar competiciones europeas supone la obligación de un importante recorte económico que, por de pronto, obligará a la venta de algunos de sus mejores jugadores para hacer caja y reformular la plantilla. En Nesyri, por el que el Sevilla pagó 20 millones de euros en su momento, es quizá el más jugoso. Pero se necesita venderlo por una cifra bastante superior para hacer del movimiento una operación rentable en lo económico.

En lo deportivo, éste y otros movimientos similares supondrán que García Pimienta parta con una materia prima que, sobre el papel, no es la más propicia para buscar cotas mayores… o quizá sí. Es lo que ya consiguió el Sevilla en temporadas anteriores (especialmente en los primeros años de su éxito europeo, a inicios de 2000) cuando creó plantillas ganadoras a partir de futbolistas sin mucho renombre, pero que se revalorizaron con su rendimiento. Lo siguiente: vender, hacer caja y volver a fichar. El ciclo del éxito que entonces representó Monchi y ahora tendrá que ejercer Víctor Orta, precisamente reemplazo de Monchi y al que se han dirigido muchas miradas críticas de esta temporada.

Las dudas en Las Palmas Por de pronto, la elección de García Pimienta ya va en la línea de ese modelo. El entrenador catalán se ha caracterizado por ser un preparador que ha sabido sacar excelente rendimientos a todos sus equipos. Desde el Barça B (en ocasiones sonó como reemplazo para el primer equipo, pero jamás dio ese salto) hasta llegar a Las Palmas, donde encadenó, primero un ascenso, y luego una permanencia.

Cierto es que el cierre de temporada con los canarios ha tenido aires de irregularidad. El equipo llegó a la última jornada con opciones de descender, pero acabó logrando una permanencia que era, en verdad, el objetivo primario del conjunto amarillo. Sin embargo, a mitad de curso, se soñó con algo más. Al inicio de la segunda vuelta eran octavos, a sólo un punto de puestos de Conference League y a cuatro de Europa League.

Luego Las Palmas se desplomó y encadenó una racha orrible que le llevó a estar desde la 25ª jornada (25 de febrero) hasta el final del campeonato sin ganar ni un solo partido. Logró sólo cinco puntos de 42 puntos posibles. Una racha nefasta que ahora acompaña a García Pimienta en su salto al Sevilla, donde la exigencia será mayor, aunque todo dependerá de si los andaluces deciden reformularse para empezar de cero con la salvación como meta primordial o si, por el contrario, se aspirará de nuevo a puestos europeos, un incremento del listón que podría generar más ruido si cabe y acercar al Sevilla al pozo de Segunda.

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