El rey de la dejada

Carlos Alcaraz tiene el mejor porcentaje de la última década, casi un 62% de éxito

Supera el promedio de Rafael Nadal (61,3%), Federer (59%) y Murray (56,7%). Solo Bublik lo intenta más que el murciano

Carlos Alcaraz celebra un punto ante Jannik Sinner

Carlos Alcaraz celebra un punto ante Jannik Sinner / AP

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Carlos Alcaraz tiene el mejor porcentaje de la última década, casi un 62% de éxito superando el promedio de Rafael Nadal (61,3%), Federer (59%) y Murray (56,7%). Solo Bublik lo intenta más que el murciano. También supera a sus contemporáneos Alejandro Davidovich (59,3%) y Jannik Sinner (57,7%). Alexander Bublik las hace con una frecuencia superior al 7%, pero el promedio de éxito del kazajo queda en un 45,4%.

Un análisis efectuado por la ATP en 2023 reflejó que Alcaraz explota más la dejada con la derecha que con el revés —67,7% frente a un 52,1%—, y que la efectúa normalmente desde posiciones muy lejanas, casi siempre sobre la línea de fondo.

“A veces lo planeo, pero no demasiado. Me salen de repente. Lo hago desde pequeño”, transmite él; “normalmente lo hago cuando lo siento, al venir la bola. Es un buen recurso, pero sé que es arriesgado porque si no tocas bien la pelota, se le queda muy fácil al rival”, dice con naturalidad Alcaraz.

El murciano reconoce que no es un golpe fácil: “Es complicado hacerla bien porque siempre está el riesgo de no tocar la pelota correctamente, lo cual significa que puede quedarse una bola muy fácil para el rival. Lo que intento siempre es observar cuándo mi oponente está realmente lejos de la línea de fondo, una situación ideal para hacerle una dejada. En el caso de que consigue llegar a esa bola, entonces tengo varias opciones: el globo o el passing shot. En esa situación, cualquiera de las dos es sencilla de abordar”, analiza desde la variante táctica”.

Y admite que muchas veces surge espontáneamente: “En ocasiones sí que es una jugada que tengo planeada con anterioridad, pero no en la mayoría de los casos. Hay veces que sí, pero normalmente la dejada es algo que me sale de repente, algo que siento por dentro. Cuando veo que la bola viene, en ese instante lo siento, es entonces cuando tiro la dejada, pero sin ningún plan premeditado en mi cabeza”, responde con sinceridad”.