Un milagro millonario llamado Villarreal

El Villarreal anda empeñado en hacer de los 365 días del año, un carnaval permanente. Da igual de qué fecha hablemos. El Submarino Amarillo anda siempre disfrazado de milagro, superando a cada paso sus hitos pretéritos para convertirse en un club más grande. Más robusto. Así en el césped, como en las arcas. El vigente verano lo demuestra. Su mercado está siendo de ventas récords. Las salidas Nico Jackson (al Chelsea), Pau Torres (al Aston Villa), Boulaye Dia (Salernitana) y Manu Morlanes (al Mallorca) ya han dejado en la cuenta de resultados amarillos 90 millones de ingresos.

De todas estas ventas, la más jugosa ha sido la de Pau Torres, que dejará entre 35 y 40 millones de euros en función de los variables. Sucede que Nico Jackson ha dejado 38 millones de euros. Morlanes ha sido el que menos rendimiento económico ha dejado, con 4 millones y Boulaye Dia ha supuesto unos 13 millones de euros. De ahí sale el global de casi 100 millones en ventas.

Un fijo en las quinielas europeas

Una salvajada que, lejos de alentar al desaliento, es rutina por La Cerámica. El equipo que dirige desde los despachos Fernando Roig se ha convertido en un habitual de la reconstrucción exitosa. Algo así como lo que fue el Oporto durante inicios de 2000 o el Sevilla también de los 2010: fichar barato y desconocido para reventar el mercado con su venta… y vuelta a empezar. Y todo ello sin que lo note el rendimiento en el verde.

Sirva como referencia que el curso pasado el equipo volvió a clasificarse para la Europa League con un meritorio quinto puesto, eso sí, algo alejado de las posiciones Champions. Con todo, el rendimiento reciente del equipo, título incluido frente al Manchester United en la final de 2021 es buena prueba de que las cosas se siguen haciendo bien. De que la factoría de talento no se frena. Y eso se nota también en los pronósticos de Betfair.

Los de Quique Setién son el sexto equipo en los vaticinios del campeón para el curso que viene, con una cuota de 51€ por euro apostado. Siendo cuota elevada, siendo en realidad utopía deportiva, simplemente que el Villarreal siga bailando tan alto en estas apuestas no deja de mostrar que el equipo es ya un referente en España. Un fijo siempre en estas quinielas. Merecido se lo tiene.

De Segunda al cielo

Porque la trayectoria es impoluta. Blindada a vaivenes tan intensos como un descenso de Categoría. En 2012 el equipo se fue a Segunda fruto de una desgraciada combinación de resultados que, sin embargo, no mermaron la buena gestión. Apenas un curso después (y todavía sin que mediaran las ayuda al descenso de LaLiga) el Villarreal recuperó su sitio entre los mejores y al curso siguiente, el 13-14, el primero tras volver, se metió de nuevo en puestos europeos como si el paseo por el Infierno hubiera sido mero tratamiento vigorizante.

Una terapia positiva que ha dejado, como resultado diez años de presencia también recurrente por Europa. A saber: nueve cursos jugando desde entonces competiciones europeas. Sólo la campaña 18-19 el equipo no clasificó para ninguna de estos torneos. El rendimiento es envidiable. Ya lo quisieran para sí muchos otros equipos en España. También en Europa.

Balance: 70 millones a favor

Sucede que, además, el Villarreal ha hecho efectiva esa política de ventas recurrentes para generar grandes ingresos. En esa década el club ha generado ingresos de 485 millones de euros, aproximadamente, según datos de Transfermarkt, con operaciones llamativas, como la venta actual de Pau Torres al Aston Villa, la salida de Bakambu al Beijing Guoan por 40 millones de euros o la de Bailly al Manchester United por 38 millones de euros. Un elenco de movimientos que delata que Milan (tres traspasos) y Atlético de Madrid (otros tres) son los equipos que más se nutren de este efecto movimientos jugosos desde La Cerámica.

Ocurre que, en el camino inverso, el Villarreal ficha bien y muy barato. Sirva como ejemplo que su fichaje más caro en este periodo también según los datos de Transfermarkt fue la llegada de Danjuma desde el Bournemouth por apenas 23,5 millones de euros o los 23 que pagó por Paco Alcacer. En resumen, 417 millones en ventas que dibujan una década con casi 70 millones de plusvalías.

Claro que ningún flujo tan llamativo como el que dibuja un peculiar puente aéreo entre Do Dragao, el estadio del Oporto, y La Cerámica. En estos diez años cuatro jugadores han confluido desde Portugal a Castellón con nombres tan destacados como Adrián López, Andrés Fernández, Layún, Cote a coste bajo, bajísimo, de apenas siete millones de euros. Buena prueba de que el Villarreal no sólo hace bien su trabajo en el verde, sino también en los despachos.