El limbo de Javi Guerra en el Valencia

Tras 48 horas sin entrenar, el mediocampista che ha vuelto a las sesiones bajo el mando de Baraja tras su frustrado fichaje por el Atlético 

En Valencia y la capital no descartan que el Atlético vuelva a la carga, pero seguramente con nuevas condiciones a las que se pactaron al inicio

Javi Guerra, jugador del Valencia

Javi Guerra, jugador del Valencia / EFE

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Javi Guerra se ha convertido en uno de los protagonistas del mercado de fichajes. Quizá a su pesar. El mediocampista del Valencia (21 años) iba camino de ser fichaje del Atlético de Madrid, pero en el último momento, el cierre de la incorporación de Gallagher, desde el Chelsea, rumbo al Metropolitano, frustró un fichaje que incluso le ha tenido un par de días sin entrenar con su equipo y con la maleta lista para viajar a Madrid a pasar el reconocimiento médico. Un ‘no’ fichaje que en Valencia ya les suena (Rodrigo pasó por un trance similar hace unos cuantos veranos) y que deja al joven futbolista en un limbo llamativo.

En una situación extraña.

Porque estos vaivenes veraniegos suelen ser motivo de confusión que puede luego tener consecuencias durante el rendimiento de los jugadores. Más si el afectado, como es el caso, es un joven jugador, con madurez en las piernas, pero todavía mucha trayectoria para consolidar su cabeza y mentalidad. Teniendo en cuenta que el chaval es una de las piezas clave en el esquema de Baraja, es normal que el valencianismo esté pendiente de lo que pueda suceder con este caso. Para bien (si continúa en Valencia) o para mal (si se marcha).

Todavía pendientes del Atlético

Esta última opción, la de una salida a otro equipo, no está del todo descartada visto lo visto. Incluso al Atlético de Madrid, un club que se ha convertido en agitador del mercado español con importantes inversiones, pero que no descarta que los colchoneros puedan intentar un segundo amago, aunque ya no como una prioridad, sino como una alternativa.

Esto significa que, de intentar de nuevo la incorporación, podrían ser que las condiciones que propusiera el Atlético de Madrid fueran diferentes a las que se acordaron antes de que, con la llegada de Gallagher, el club colchonero pactara la salida de Guerra del Valencia. Entonces el acuerdo incluía el pago de 25 millones de euros, además de unos variables que podían alcanzar los cinco millones de euros con el añadido de que el Valencia se guardaba el 15% de una potencial venta a otro club.

Con estas condiciones, futuros equipos que quieran a Guerra de aquí a que termine el mercado también tendrán conocimiento de cuáles son las cifras por las que el ‘8’ che podría salir de Mestalla. Una cifra relativamente asequible para grandes equipos europeos que, además, saben de la necesidad que tiene el Valencia por hacer caja para intentar reducir su deuda.

Aun así, el Valencia dejó buenas sensaciones el curso pasado con opciones incluso de pelear por puestos europeos. Sin grandes refuerzos un verano más (la continuidad del mismo Guerra o Mamardashvili podrían ser los ‘fichajes’ del mercado), el bloque y proyecto que lidera Baraja sigue apuntando a la gesta, previa permanencia, que es ahora la prioridad. En las apuestas de Betfair los che tienen opciones incluso de Champions (9% de probabilidades implícitas), pero sobre todo aparecen alejados de los puestos de descenso: es el 10ª favorito al descenso.

Un líder para un histórico

Guerra es, por virtudes, jugador bastante apetecible. Llama la atención su peso en el césped luciendo un escudo de tanto calado como el del Valencia pese a tener sólo 21 años. La pasada temporada fue la de su consolidación en el ‘baby Valencia’ de Baraja y lo hizo con galones de

líder. Tuvo el arrojo de pedirse el ‘8’ que había sido de su entrenador y desde la primera jornada aportó peso en la medular, con mucha presencia en el centro del campo y también dentro del área. Sumó cuatro goles y dos asistencias en un total de 40 partidos oficiales. Una magnífica carta de presentación para un club que ha sobrevivido apoyado en una cantera excelente. Javi Guerra es uno de esos productos, eso sí, compartido con otra gran cantera valenciana, como es la del Villarreal.

Porque Guerra creció primero en la cantera del Submarino Amarillo y de los gogret salió para reforzar al Valencia previo acuerdo que cualquier traspaso dejaría en las arcas de los amarillos el 30% de esa operación. En el caso de haberse consumado el fichaje por el Atlético de Madrid, el montante habría sido de 7,5 millones de euros. No habría sido mala cantidad para un futbolista que ahora deberá retomar su verano en Valencia seguramente sin opciones de salida, y con la necesidad recuperarse de este fichaje frustrado para ser, de nuevo, un referente en Mestalla.