Laporta confía en el efecto ‘Davids’

El presidente tiene sus esperanzas puestas en repetir una remontada similar a la del 2004, en la que lograron revertir una desventaja de 18 puntos al Real Madrid.

Laporta, en el almuerzo con los medios

Laporta, en el almuerzo con los medios / EFE

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Han pasado exactamente 20 años y la situación no es tan difícil como en aquel invierno de 2004, pero la historia ha vuelto más o menos a repetirse. El FC Barcelona no terminó el año 2023 de la mejor manera. Las derrotas ante el Girona y el Amberes, y el empate en Valencia, sumado a la crisis de juego que atraviesa el equipo de Xavi Hernández, han hecho saltar las alarmas. Aunque en la Champions el Barça haya hecho los deberes, donde les tocará enfrentarse al Nápoles, en la Liga, la situación es preocupante, estando clasificados en cuarta posición, con el Athletic a solo tres puntos, haciendo peligrar los puestos Champions y lejos del liderato.

Repetir alirón parece complicado, tanto es así que, según los pronósticos deportivos de Betfair, el Barcelona, actual campeón, solo tiene una probabilidad implícita del 12,5% de volver a levantar el título, muy por debajo de su eterno rival, el Real Madrid, que es el claro favorito (81,9%). Por esta razón el nombre del holandés Edgar Davids ha sido recordado y mucho en la planta noble de Camp Barça. Y es aquí cuando viajamos 20 años atrás en el tiempo, para recordar una remontada histórica del equipo, aunque no valiera para ganar la Liga.

El germen de una nueva era

Joan Laporta había ganado las elecciones a la presidencia en verano y estaba afrontando la primera temporada de su primera etapa en el FC Barcelona. Tras el esperpéntico paso de Joan Gaspart al mando de club, Laporta recogía el testigo y el brasileño Ronaldinho sería su gran fichaje estrella. Junto a él, llegaron también otros futbolistas como Rafa Marquez o Ricardo Quaresma y el holandés Fran Rikjaard se convertiría en el técnico elegido por el nuevo presidente azulgrana.

Y como suele ocurrir en el mundo del fútbol, a este proyecto le costó arrancar. Tanto es así que, en enero, el equipo llegó a estar séptimo clasificado, y a casi 20 puntos del Real Madrid y del Valencia que competían el uno con el otro por el liderato de la liga en aquel momento. Para revertir la situación, el Barcelona acudió al mercado de invierno y se hizo con la cesión de Edgar Davids, un centrocampista curtido en mil batallas que había militado ya en muchos de los grandes equipos de Europa como Ajax, Milan, Juventus… Davids debutó el 17 de enero de 2004 en un encuentro ante el Athletic, y desde ese ese día se convirtió en una pieza fundamental en los esquemas de Fran Rikjaard que vio como su equipo dio una vuelta de arriba y abajo.

Sin Davids, los azulgranas habían sumado siete victorias, seis empates y seis derrotas (27 puntos) mientras que con el holandés las cifras cambiaron radicalmente. 14 victorias, dos empates y tan solo una derrota (44 puntos), que terminaron de consumar una histórica remontada liguera al Real Madrid. Los blancos vieron in situ, en su propio estadio, como el eterno rival, con su victoria en el clásico conseguía adelantarles en la clasificación, revirtiendo una distancia de 18 puntos. Aquella temporada terminó siendo prácticamente un éxito para Laporta, a pesar de que la Liga la acabara ganando el Valencia. El Barcelona terminaría segundo clasificado, a tan solo cinco puntos de los ches, y con la moral por las nubes mirando por encima a un Real Madrid, que empezaba a dar muestras de agotamiento en su época de los galácticos.

Y llegaron los éxitos, sin Davids

A pesar del tremendo impacto del jugador holandés, Davids se marchó a final de temporada al Inter de Milán, club con el que el futbolista ya tenía apalabrado un preacuerdo. Sin embargo, el germen, ya había dado sus frutos y el mejor Barça empezó a deslumbrar en España y tambíen en Europa. Deco y Samuel Etoo se incorporaron al segundo año de la primera era Laporta y ese año el equipo sería campeón de Liga y al año siguiente caería la segunda Copa de Europa en Paris ante el Arsenal.

Sin duda, 20 años después Joan Laporta sueña con que la historia vuelva a repetirse. En aquel momento el impulso tuvo lugar gracias al efecto Davids. En esta ocasión, por el momento, el brasileño Vitor Roque es la gran esperanza culé, salvo que finalmente el club pueda encontrar también un recambio para Gavi.